29/05/2020@06:00:00
Comienza a ser frecuente -y por ello, preocupante- la presencia de mascarillas y guantes de plástico tirados por las calles, zonas verdes y playas. Desde que el Gobierno las convirtiese en elemento obligatorio siempre que no se pudiese garantizar la distincia física, los ciudadanos se han visto obligados a consumir un producto que, en su inmensa mayoría, es de usar y tirar. Del hospital a la calle, las cifras se han disparado convirtiéndose en el nuevo residuo estrella que debe ser depositado, recogido y tratado según los protocolos establecidos. Sin embargo, el incivismo de algunas personas que se deshacen de ellas en cualquier rincón de la vía pública, preocupa a las autoridades por sus efectos nocivos sobre la salud pública y también medioambiental.