Stop al bullying LGTBI

Empieza otro curso escolar y con él empieza de nuevo una pesadilla para miles de alumnos LGTBI de toda España que sufren bullying (acoso escolar) ante la pasividad de compañeros, docentes y padres. ¿Cuántos años y generaciones más van a tener que pasar para que se tomen medidas reales y efectivas contra esta plaga que hace que más de la mitad de alumnos LGTBI declaren que han sufrido acoso en sus años de escuela? Por no hablar de los alumnos transexuales con los
que las estadísticas se disparan de manera vertiginosa. Sólo Cataluña ha tomado medidas reales para atajar el rechazo hacia los alumnos trans.

Por más leyes que se hagan y se forme al profesorado el problema hay que atajarlo de raíz y eso es mucho más complicado porque la LGTBIfobia se mama en casa, pasa de padres a hijos y es un goteo constante que va regando la semilla del odio que crece en las mismas familias. Los padres deberían educar a sus hijos en la tolerancia y pensar que posiblemente alguno de sus hijos les pueda haber salido homosexual o trans y que hay salida más allá del seminario y la prostitución. ¿Se imaginan ustedes lo que ha de ser crecer siendo gay en una familia ultrarreligiosa de esas que defienden a la "familia tradicional" y que luchan en contra de la igualdad?

Las escuelas no pueden escurrir el bulto y pensar que ellos no tienen ninguna responsabilidad es una burla a la inteligencia. Las agresiones a alumnos LGTBI no surgen de la nada, son el final de un proceso del que muchas veces los profesores son testigos y prefieren mirar a otro lado en la mayoría de casos. Las tasas de abandono escolar entre alumnos LGTBI es mucho mayor que en el resto por no hablar de las tasas de suicidio que deberían ser motivo de alarma y en realidad provoca indiferencia entre los directores de colegios e institutos que lo minimizan como cuando el año pasado Alan, de 17 años se suicidó en Barcelona.

La tolerancia y el respeto debería ser una asignatura transversal en todos los cursos tanto de colegios públicos, concertados como privados sin excusas. No dejemos que se echen a perder más infancias y lo que es peor, más vidas. Habría que recuperar Educación para la Ciudadanía cuanto antes y empezar a hacer un mundo mejor para todos y todas y en especial para tantos alumnos LGTBI.