Seijas a la jueza: "No he vulnerado el código ético de Podem"

La diputada Montse Seijas ha defendido hoy ante la jueza Ana María Sánchez que nunca amenazó con romper la disciplina de voto de Podemos para rechazar los presupuestos autonómicos de 2017 y ha reclamado su reintegración en el partido: "Quiero volver al Podemos de la gente". El juzgado de primera instancia 7 de Palma ha acogido la vista por la demanda de Seijas contra su antiguo partido por su expulsión por incumplimiento del código ético, una decisión que para Seijas no está justificada, vulnera su derecho a la libertad de expresión y ha dañado su reputación al acusarla de favorecer a un compañero.

"Conozco el código ético perfectamente, pero no siento que lo haya vulnerado", ha manifestado la demandante, que reiteradamente ha explicado que se pronunció en un chat interno en favor de que los órganos del partido decidieran votar contra el presupuesto autonómico si reducía la inversión en investigación científica pero no amenazó con votar de manera autónoma para beneficiar a su compañero Daniel Bachiller, también expulsado.

Al inicio de su declaración, Seijas ha admitido que conocía que los estatutos del partido preveían la posibilidad de expulsión en caso de vulneración grave de los preceptos éticos que se había comprometido a cumplir, una normativa por la que debía velar en su calidad de secretaria jurídica del Partido, aunque nunca ejerció ese cargo. "Me pusieron ahí como florero", ha reconocido.

Seijas reclama la reincorporación por vía judicial igual que hizo sin éxito su antigua compañera y expresidenta del Parlament Xelo Huertas, que, como ella y el citado Bachiller, fue expulsada el pasado diciembre.

En junio, otra jueza de primera instancia rechazó demanda de reintegración en el partido planteada por Huertas con argumentos similares a los que hoy ha esgrimido la defensa de Seijas.

La diputada, ahora integrada en el Grupo Mixto del Parlament, anunció antes del juicio que si se determina que debe ser readmitida en Podemos optará a la secretaría general del partido en Baleares para reconducirlo a sus planteamientos originales, que según su criterio se han perdido.

"Esta gente que está ahora (dirigiendo la organización) no es el Podemos de la gente que salió a la calle", ha manifestado en la vista para defender su pretensión de volver a ser aceptada en el partido y abundar en su idea de que es víctima de "una caza de brujas".

Su argumento principal ha sido que en ningún momento quiso beneficiar a Bachiller, sino defender la financiación pública para el equipo investigador que él dirigía porque era uno de los más relevantes de Baleares y aceptar su discriminación por oponerse a la facultad de Medicina contravenía la promoción de la investigación científica que Podemos llevaba en su programa electoral.

"Iba a votar lo que dijera el consejo ciudadano", pero en la reunión de este órgano defendería rechazar los presupuestos si en Govern no renovaba el convenio del laboratorio de Bachiller con el CSIC, ha incidido Seijas, cuyo abogado ha puesto el acento además en la falta de garantías de defensa del proceso sancionador que llevó a cabo el partido.

El instructor del expediente del que derivó la expulsión por falta muy grave, Joan Canyelles, ha defendido que en el procedimiento que impulsó Seijas tuvo ocasión de defenderse, aunque ha admitido que el proceso no tiene las garantías de una tramitación penal, puesto que un partido político es una entidad privada.

Canyelles ha sostenido que con sus manifestaciones en foros internos contra la aprobación de los presupuestos, Seijas "se aprovechó de su condición de diputada para coaccionar al resto de compañeros del consejo autonómico.