Un hombre estadounidense se ha declarado culpable de robar el cadáver de su padre y ha asegurado que actuó de esta manera pues quería resucitarlo.
Vincent Bright ha comparecido ante un tribunal de Detroit para explicar el robo del cuerpo, pocos días después de que su progenitor falleciera a los 93 años.
Al respecto, señaló que tras sacarlo del ataúd, lo arrastró hasta su domicilio, para luego meter el cadáver dentro de un congelador, para que se mantuviera fresco. Tras esto, comenzó a rezar, pensando que sus súplicas le devolverían la vida a su padre.
Pero nada de esto aconteció y la policía llegó al lugar y le detuvo.
El examen médico realizado a Bright ha determinado que el hombre se encuentra en plenas facultades mentales y que no padece ninguna enfermedad.
El hombre, que se enfrentaba a 10 años de cárcel, no entrará en prisión ya que, al reconocer su culpa, la condena se reduce considerablemente.
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