Rajoy e Iglesias ya piensan en parejas de baile

Son los dos favoritos para el domingo. El presidente del PP para ganar las elecciones y mantenerse como referencia del centro-derecha de este paìs. El secretario general de Podemos, para convertirse en la nueva referencia del centro-izquierda. Al primero le haran falta los votos de Ciudadanos para empezar a hablar de investidura. Al segundo los del PSOE.

Rajoy sabe que Rivera no es rival a la hora de sumar votos pero,que tendrà que ser socio cuando haya que sumar escaños. Iglesias está convencido de que ganará de largo a Sánchez en votos y que tendrá que trabajar y mucho para conseguir la suma de sus escaños.

Las dos estrellas de esta repetición electoral piensan en sus naturales parejas de baile y echan cuentas: si la suma de centro derecha gana a la de centro izquierda entrará en juego el primer "miròn" que no es otro que el PNV de Iñigo Urkullu. El mismo que puede servir a la otra opción. Los independentistas catalanes estàn descartados en un primer momento, siempre, claro está, que no haya mayorìa absoluta si se suman los escaños de Unidos Podemos y los del PSOE. En ese caso y siempre que la diferenxia a favor de los "morados" se acerque a los diez parlamentarios, se tratará del reparto de carteras, con Sánchez pidiendo una vicepresidencia y la cartera de Economia para Jordi Sevilla.

A Rajoy cambiar a Guindos por Garicano y a Rivera por Soraya no le representaría ningún problema. Lleva 30 años de mudanzas a sus espaldas y tiene la negociación, las exigencias y las renuncias incorporadas a su ADN. En el caso de Iglesias y Sánchez la situación es mapás compleja: en el universo de Unidos Podemos habitan 15 grupos, algunos tan esenciales como En Comú o Compromís, por no hablar del primero de los compromisos que es Izquierda Unida con Alberto Garzón al frente.

En el cuartel general de los populares estàn convencidos de que, salvo derrota en las urnas o en la suma de escaños, Mariano Rajoy se va a mantener contra viento y marea. Y que si de resistir se trata, es mucho mejor mantenerse en funciones otros meses màs hasta arrebatar el record a Bélgica si fuera preciso, que dejar paso a otro inquilino en La Moncloa, ya sea del propio partido o de alguno de los adversarios.

Entre los dirigentes socialistas hay empate: entre lo que creen que es mejor quedarse en la oposición los pròximos años y rehacer el partido en caras y filosofía; y aquellos que defienden que la mejor forma de salir del "agujero" es llegar al poder y gestionar desde el gobierno. Habrá que esperar a ver quien gana.