Socías, la democracia y el juego sucio

El juego sucio de la cúpula actual del PSIB ha indignado a Ramón Socías. En unas declaraciones poco acordes a su estilo afable, el Delegado del Gobierno ha dicho basta, y ha criticado las filtraciones con las que el entorno de Francina Armengol ha tratado de atacarle.

Son buenas noticias para el socialismo balear que alguien comedido como Socías se haya rebelado contra una forma de hacer política carente de elegancia y señorío. Y que además pregone la autocrítica, en vez de culpar a los demás de los fracasos electorales del partido en las Islas.

El sector más radical, el más catalanista y de ultraizquierda, se ha apoderado del PSIB, y en las últimas semanas se han visto sus resultados: comunicados de la formación arremetiendo contra el Delegado del Gobierno, al ex conseller de Salut haciendo lo mismo, y afines a Armengol expandiendo rumores a escondidas entre los periodistas.

Parece obvio que a la ex presidenta del Consell le pone de los nervios que Socías no descarte presentarse para encabezar el PSIB. Está utilizando todo el arsenal a su disposición para propagar una mala imagen del médico. Acude oportunista cada vez que existe la ocasión de lanzar una puya, eso sí, sin que sea ella la que da la cara.

Socías sí ha dado la cara, y ha sido él mismo el que ante los medios ha criticado estos intentos por desacreditarle. “Cuando tengo que dar la cara y hacer una declaración, la hago con nombres y apellidos, y no me escondo en off de récords”, ha recalcado, aunque en esta ocasión, precisamente, se haya olvidado de mencionar a Armengol.

En cualquier caso, por higiene democrática, la cada vez más probable candidatura de Socías se aventura como un tanto a favor para que el socialismo balear vuelva a conectar con el electorado. El PP vivió un año antes de las elecciones un duelo Bauzá-Delgado, y 14 meses después ambos trabajan juntos como los hombres fuertes del Gobierno.