Pelo y alegría

Mi peluquero no termina de creerse lo de la influencia de los astros y eso de la gravedad y la atracción, pero sabe que nunca me corto el pelo cuando la luna está en cuarto creciente. Siento lo que voy a escribir por si le suena petulante a cualquier calvo que no asume su condición, a quien tiene el pelo débil, alopecia galopante o alguno de esos problemas que tanto angustian: si tengo alguna preocupación con el cabello de la cabeza es que me crece demasiado.Supongo que soy uno de esos tipos con suerte que se lo lava todos los días, que no necesita tratamientos, que le molesta llevarlo largo. Tiene que ser verdad eso de que donde hay pelo hay alegría, pero tampoco es para cortarte las venas si te quedas calvo. Es comodísimo y además es un punto de valor añadido por aquello de que el pelón tiene tirón con las mujeres. No hagas caso, pero si tuviera problemas miraría la luna. Cuando me lo han cortado con la luna en cuarto menguante he podido aguantar hasta casi dos meses sin ir al peluquero. Cuando me lo han cortado en creciente, tengo que volver a la peluquera en treinta y pocos días. Desconozco la mecánica del cabello de la mujer, pero también influirá la luna, como influye cuando plantas semillas de perejil, cortas madera, podas la parra o transplantas las tomateras. El cabello es desde hace tiempo el espejo del alma porque así quieren que sea peluqueros, estilistas, esteticistas, trasplantadores, sanadores, laboratorios de productos raros y demás interesados. Bueno, como es muy importante, como casi nadie se siente a gusto con su pelo o su peinado, como no hay remedio químico milagro, conviene echar la vista a lo natural. Y eso, mirar a la luna.