OPINIÓN

¡Lo Inexplicable de la vida!

Beatriz Vilas | Jueves 13 de marzo de 2025

¡Hay días que uno se levanta pensando que no debería de haberlo hecho!

Esos días en los que la vida te pesa, te mancha y te encoje el corazón.

En ocasiones ocurren desgracias sin explicación, la muerte de un hijo pequeño, un accidente que desequilibra a toda la familia, una pérdida sin ningún tipo de explicación aparente.

Y en esos días, solo pensamos que quedarse en la cama es la mejor solución posible.

Los que me conocen saben que soy de carácter positivo y que siempre intento ver el vaso medio lleno, pero cuando ese tipo de desgracias entran en los hogares, sinceramente, no encuentro palabras para poder dar consuelo.

Así me ha pasado esta semana con una pérdida muy cercana, con esos casos en los que no te explicas cómo la vida puede ser tan dura, ni cual es la explicación posible a tanto dolor.

Se que siempre hay solución para todo y que la mayor parte de lo que consideramos una desgracia, no lo son, pero en ocasiones, hay circunstancias que te estremecen y te dejan sin palabras en el alma.

En esos momentos es cuando pienso, ¿por qué la vida puede llegar a ser tan estremecedora?

Pero ciertamente, mientras que unos dejan este plano, otros vienen a él y la vida sigue…

¿Qué hace que el ser humano se complique tanto la existencia y que creemos problemas donde no los hay?

Todo está en nuestra mente, esta mátrix en la que nos hayamos inmersos, hace que nuestra realidad sea dura y estremecedora.

Nuestra mente nos crea malas pasadas y nos hace ver realidades injustas, vidas complejas que muchas veces no lo son y en ocasiones, llegamos al extremo de vivir situaciones tan complejas y kafkianas que nos son difíciles de asumir.

Los incrédulos dicen que todo es más sencillo, que las cosas ocurren porque sí, sin causa aparente y que la vida simplemente, nos enseña los dientes cuando tenemos lecciones que aprender.

Pero cuando las enfermedades o los accidentes nos arrebatan a un ser querido, poca explicación podemos dar.

Simplemente debemos aceptar con el tiempo que las cosas son y que suceden sin más, sin explicación alguna.

Tal vez, en otra dimensión aprendamos a ver lo que ahora no podemos y somos incapaces de entender.

Los que saben de espiritualidad, nos dicen que así es, que en la vida hay un plan para cada alma, por mucho que nos cuesta aceptarlo y que la vida tiene un equilibrio justo para todos.

Prefiero pensarlo así y aferrarme a ello, porque sólo de esta manera, ciertas circunstancias, podrán tener un sentido.

La vida mancha y en ocasiones, nos deja un sabor agridulce que podemos aprender a superar simplemente desde la estabilidad emocional y el crecimiento espiritual.

Si te encuentras en una situación de esta envergadura, te recomiendo que lo hagas así y que te aferres a aquello que te haga sobrevivir a las dificultadas inexplicables de la vida.


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