El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número tres de Palma ha marcado un hito en la aplicación de la Ley de Costas y ha asegurado, por ahora, la continuidad de los históricos Astilleros Cabanellas de Pollença. Un fallo que se contrapone a la decisión unilateral de Ports de les Illes Balears, que en 2021 anunció el fin de la concesión de los astilleros tras más de 90 años de historia.
Ports de les Illes Balears anuló la concesión de 99 años que tenía el astillero al aplicar un cambio legislativo aprobado en 1988, que permitía dar por finalizadas las concesiones vitalicias si habían transcurrido 30 años. “Este fallo establece que las concesiones administrativas en dominio público no pueden extinguirse automáticamente sin un procedimiento de reversión transparente”, explicaron desde Capllonch Advocats, abogados de Astilleros Cabanellas, en un comunicado emitido esta mañana.
De esta manera, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo permite que el astillero “siga operando mientras se evalúa su situación”. Astilleros Cabanellas, que desde 2021 se encontraba en una posición de incertidumbre, ahora respira y espera abrir un nuevo proceso de diálogo con Ports de les Illes Balears.
La sentencia es un duro golpe para la institución balear, ya que asegura que cualquier modificación unilateral de las condiciones concesionales “debe ser analizada bajo un proceso que evalúe los derechos de los titulares” y marca un precedente del que podrían beneficiarse otras concesiones similares en las islas y en España.
Este astillero no solo representa un importante legado histórico para Pollença, sino que, en su momento, aspiraba a ser el Museu dels Mestres d’Aixa en la localidad mallorquina. En sus naves se realizaban actividades tradicionales del sector náutico que son fundamentales para la historia de Baleares.
La sentencia no solo beneficia al astillero, sino que también sienta las bases para una nueva interpretación de la Ley de Costas, “equilibrando la normativa estatal con los derechos adquiridos de los concesionarios”. El fallo asegura la continuidad de Astilleros Cabanellas y se convierte en una victoria para la comunidad de Pollença, que ve en esta resolución una oportunidad para proteger su patrimonio cultural y económico.