El sindicato USO ha puesto sobre la mesa datos alarmantes y contundentes extraídos de las bases oficiales del Gobierno, el Ministerio de Trabajo y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estos datos evidencian que, pese a un "teórico récord de ocupación", el número total de horas trabajadas en España sigue siendo inferior al registrado en pleno inicio de la crisis subprime en 2008.
Según el análisis realizado por USO, en el cuarto trimestre de 2023 se trabajaron un total de 8.696.637.600 horas, una cifra que, aunque superior a las 8.458.103.100 horas del cuarto trimestre de 2022, queda lejos de las 8.977.548.500 horas trabajadas en el mismo periodo de 2008. Estos números reflejan una realidad incuestionable: en términos absolutos, España trabaja menos ahora que durante una de las mayores crisis económicas de su historia moderna.
El informe también destaca que, aunque actualmente hay más personas trabajando que en años anteriores, estas trabajan menos horas en promedio. Esto se traduce en una distribución del empleo existente entre más personas, pero a costa de jornadas laborales reducidas, menores salarios y un incremento del pluriempleo. Desde el departamento de estudios de USO aseguran: “Hay más personas trabajando, pero menos horas, lo que nos indica que no se ha creado empleo, sino que se está troceando”.
Con estos datos, resulta imposible una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, ya que se trata de una idea totalmente inviable. No se puede reducir la jornada cuando el total de horas trabajadas en el país es menor que en 2008. Además, reducir la jornada no soluciona la precariedad; al contrario, incrementa el riesgo de que los trabajadores vean aún más mermados sus ingresos y fomenta situaciones de pluriempleo.
Propuestas como reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales serían muy perjudiciales para la economía y en especial para el comercio, ya que llevara a una caída alarmante de la productividad.