En una nota de prensa, Sebastià Taltavull ha informado de la presentación este sábado, en Asamblea Eclesial diocesana, del Plan diocesano de Pastoral, tras un largo tiempo de preparación y en el que se han hecho muchas aportaciones desde todos los rincones de la diócesis.
"Ha sido una experiencia sinodal, que quiere decir caminar juntos", ha resaltado Taltavull, explicando que el Plan diocesano de Pastoral que esta jornada se ha presentado "se ha hecho a partir de un análisis de la Iglesia de Mallorca y de la sociedad mallorquina de la que ésta forma parte". "Un análisis", ha añadido, "que ha contemplado las áreas pastorales a las que hoy se tiene que dar más prioridad para ser fieles al encargo de Jesús de "id y anunciad el Evangelio, haced discípulos..." (Mt 28,19-20)". "Y a la vez, con espíritu de revisión", ha apostillado, "detectar aquello que la Iglesia necesita: una nueva orientación y más reforma".
"Todo esto", según ha reivindicado el obispo de Mallorca "para dar una mirada a los escenarios de nuestra sociedad en los que tenemos que hacer más presente el Evangelio y allí donde sobre todo el laicado ha de actuar desde el testimonio cristiano".
De este modo, en palabras de Taltavull, "todo este trabajo compartido entre los diferentes grupos arciprestales, parroquiales y consejos, ha llevado a diseñar un plan estratégico que parte de la misión que nos identifica, como es la sinodalidad concretada en todo aquello que hacemos, el protagonismo de los laicos y laicas, y la misión específica de los que ejercen el ministerio ordenado, siempre al servicio de la comunidad cristiana y del pueblo".
A partir de aquí, se han propuesto siete objetivos y unas acciones "realizables y evaluables" por parte de quienes los tienen que llevar a cabo "en bien de todos", ha concretado el obispo de Mallorca.
Según ha detallado, estas acciones pastorales son: Encuentro con Jesús, primer anuncio y vida de comunidad; Comunión fraterna. Parroquia, familia y escuela; Jóvenes, vocación y vocaciones. Gritar, discernir y acompañar; Iglesia samaritana. Los pobres, los privilegiados de Jesús; Comunicación interna y externa. Información y redes sociales; La cultura del encuentro. El servicio desde el patrimonio y la economía; y, por último, Enfermos y necesidades de salud. Exequias, funerales y acompañamiento del luto.