El incidente ocurrió en la madrugada del pasado martes y los agentes identificaron al conductor, un español de 36 años, que presentaba evidentes síntomas de embriaguez. La prueba de etilometría arrojó un resultado positivo de 0,87 mg/l en aire expirado, cifra que triplica la tasa máxima permitida.
El conductor resultó ileso y fue informado de su condición de investigado no detenido por un presunto delito contra la seguridad vial, al conducir con una tasa de alcohol superior a la legalmente establecida. Los agentes procedieron además a inmovilizar el vehículo accidentado.
La infracción cometida puede acarrear penas de hasta seis meses de prisión, doce meses de multa o noventa días de trabajos en beneficio de la comunidad, así como la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante un período de hasta cuatro años.