Según ha explicado la Policía Nacional, la mujer pudo avisar a los servicios de emergencia tras ser agredida y cuando efectivos de la policía llegaron a la dirección indicada, pudieron ver a la mujer asomada a una ventana pidiendo auxilio y cubierta de sangre.
Al entrar en el piso, la víctima les explicó que su hijo había llegado en estado ebrio hacía unos minutos y comenzó a golpearla hasta que cayó al suelo y que, aún así, continuó pegándola.
Los agentes localizaron al hijo tumbado en la cama de su habitación y les explicó que había discutido con su madre, que cayó al suelo tras empujarla él, pero que se había ido a su habitación para no seguir discutiendo con ella.