La sexóloga y terapeuta Teresa Ramos (Palma, 1977) es educadora social por la UIB. En sus inicios profesionales, empezó a trabajar como mediadora de educación afectivo-sexual, labor que desempeñó durante una década y media. Además, a lo largo de su trayectoria ha impartido charlas de educación sexual no sólo en colegios, institutos y centros de menores, sino también en residencias de la tercera edad. Asimismo, ha hecho colaboraciones con la UIB. Ramos abrió su consulta en 2007.
¿Cuál es la principal labor que lleva a cabo en su consulta como sexóloga humanista?
La principal labor es atender a personas de manera individual o a parejas que necesiten información o asesoramiento sobre su sexualidad, relaciones u otros temas importantes que afecten a su vida cotidiana. Y por otro lado también imparto sesiones de educación afectiva sexual a niños y niñas; y a personas con diversidad funcional intelectual, así como a sus familias, y realizo planes individualizados para cada uno de los casos, atendiendo siempre a las necesidades o peticiones de las personas que asisten a la consulta.
¿Prefiere que los dos integrantes de una pareja acudan a su consulta juntos o por separado?
Siempre es importante conocer a los dos miembros de la pareja, ya que ambos aportan información y su percepción de lo que les ocurre. Aun así, al ser una terapia humanista lo ideal es pactarlo con los miembros de la pareja o intercalar sesiones individuales con algún miembro con sesiones conjuntas.
¿Los conflictos de pareja que había hace dos décadas siguen siendo poco más o menos los que hay ahora?
No me atrevería a decir si la causa de los conflictos ha cambiado durante estos años. Lo que sí he notado en la última década es que las parejas acuden a una terapia de pareja por temas de comunicación, relación y faltas de compromiso, o administración del dinero doméstico, más que por dificultades sexuales o de la esfera íntima.
¿Los jóvenes de hoy en día reciben una mejor educación sexual que la que tuvimos nosotros o nuestros padres?
La juventud de hoy en día recibe muy buena educación afectiva sexual por parte de los profesionales que nos dedicamos a este ámbito en educación o en espacios más informales. Pero lo cierto es que la reciben mucho menos de lo que realmente lo necesitarían y esto va a repercutir negativamente en el adulto o en la adulta del mañana. Nuestros padres y madres recibieron poca información, la mayoría con tabúes y enfocada al matrimonio o al miedo.
Es cierto...
Los jóvenes tienen una desinformación igual que la de sus padres, con la diferencia de que nuestros padres no tenían recursos y la juventud de hoy en día sí. La sociedad se está desentendiendo demasiado de este tema, y será un grave problema dentro de muy poco. De hecho, las consecuencias ya las estamos viendo en consultas sexuales, y el día de mañana vendrán nuestros jóvenes y nuestras jóvenes a reprocharnos "por qué dejasteis que esto nos pasara".
"También imparto sesiones de educación afectiva sexual a niños y niñas; y a personas con diversidad funcional intelectual, así como a sus familias"
¿Cuáles son los temas que expone en sus charlas de educación sexual ante la gente mayor?
La gente mayor presenta los mismos problemas que hay en una relación adulta, como conflictos, relaciones de pareja, falta de deseo por parte de las mujeres o los hombres, o desinformación sobre la sexualidad. Y aunque hay que atender a las peculiaridades de cada persona, hay temas añadidos a la tercera edad, como pueden ser el duelo de la muerte de alguno de los cónyuges, la falta de intimidad por el regreso de sus hijos o de sus hijas a casa, el cansancio por el cuidado de los nietos y nietas, la soledad por el fallecimiento de seres queridos o amistades, etcétera.
Se suele dar por supuesto que la mayor parte de las personas mayores no tienen relaciones íntimas. ¿Es así realmente?
Hablar de relaciones sexuales en las personas mayores todavía es un tabú. Pensemos que en nuestro vocabulario conocemos frases como "el viejo verde" o la "viuda alegre", que invitan a ridiculizar a hombres o mujeres por tener deseo sexual. El deseo sexual no desaparece con la edad, desaparece por otras circunstancias.
Entiendo, sí...
Sin embargo, nuestra sociedad está enfocando una sexualidad y el concepto de belleza y deseo para mujeres de hasta 25 años, y en los hombres unos años más, pero pocos. Por tanto, a partir de esas edades no hay una visibilización tan acentuada de la sexualidad, ni siquiera en las películas, que buscan generalmente referentes muy jóvenes, lo cual hace que nos cueste imaginarnos relaciones sexuales no sólo a partir de los 60 o 70 años, sino casi a partir de los 30 años.
¿Es bueno que haya también espacios individuales en el seno de una pareja?
Una pareja sana ha de tener un espacio personal siempre para realizar sus propias gestiones individuales, como amistades, aficiones o proyectos propios. Tener un espacio individual no significa ser individualista, significa que ocupo un espacio para mí y por tanto si me cuido puedo cuidar más y mejor a mi pareja. En ese espacio personal también ocuparé un espacio de los dos, para nuestros propios proyectos, aficiones compartidas y amistades propias.
¿Dónde estaría el punto medio?
Una pareja que es individualista está condenada a la soledad, por tanto eso ya no es pareja. Y una pareja que está siempre junta acaba por desgastarse hasta que uno de los miembros empieza a dar importancia a su parte personal. Cuanto más me cuido, más aumentará mi autoestima y más fácil será resolver las fricciones.
"Una pareja sana ha de tener un espacio personal siempre para realizar sus propias gestiones"
¿El amor en un matrimonio puede ser para siempre o eso es un tópico romántico que sólo se da en las películas?
El matrimonio o pareja estable puede ser para siempre, siempre y cuando ambos lo deseen, haya un buen trato, y sepan reconstruirse constantemente, ya que no podemos ser la misma pareja de hace cinco, diez o quince años. Ambos miembros cambian y hay que saber adaptarse a los cambios personales y de pareja que vayan surgiendo. La mayoría de películas que nos venden un amor romántico suelen estar sesgadas por patrones de maltrato o desigualdades, por ejemplo Pretty Woman o Cincuenta sombras de Grey.
Las aplicaciones de citas están haciendo que todo sea hoy mucho más rápido y veloz. ¿Cree que eso es bueno o es malo?
Una de las grandes dificultades que tienen las quedadas con personas de aplicaciones es que activan diferentes hormonas, entre ellas la dopamina, que activa el circuito de recompensa. Por tanto, estamos en una situación de embriaguez cada vez que conocemos a alguien y además es adictivo.
¿Y a partir de ahí?
Muchas personas que están en aplicaciones de citas no acaban en relaciones duraderas o estables, sino que siguen durante años en las aplicaciones para seguir sintiendo esas sensaciones que les provocan las primeras semanas de conocer a alguien, el flirteo, el sentirse halagados, especialmente los varones... para finalmente desaparecer, o hacer un "ghosting", como diríamos ahora.
¿Cómo podemos afrontar estas fiestas navideñas de la mejor manera posible?
Cada persona tiene sus expectativas y su forma de vivir estos días. Muchas personas intentan acaparar todas las quedadas con familiares y amistades, y eso es lo que nos agobia, porque nuestro cuerpo no tiene tiempo ni para el descanso, ni a nivel digestivo, ni a nivel emocional. En estas fechas, al igual que en otras fechas es muy importante el autocuidado y nuestra escucha emocional.
¿Qué deberíamos hacer entonces?
Deberíamos preguntarnos, por ejemplo, si realmente es tan importante ir a ese evento, si puedo aplazarlo para más adelante, qué me apetece realmente hacer o si hacerlo de otra manera me haría sentir mejor. A veces es tan fácil como contestarnos a estas preguntas y negociar con nuestra pareja la forma en la que podamos estar mejor. Y recordar, estos días, pasarán.