EDITORIAL

Cumplir con las normas de seguridad vial, salva vidas

Lunes 25 de noviembre de 2024

El accidente de tráfico ocurrido este sábado en Maó, Menorca, que se ha cobrado la vida de seis personas, entre ellas cuatro menores de edad, supone un aldabonazo desgarrador que evidencia que el incumplimiento de las normas viales pueden tener consecuencias fatales. Este suceso ha conmocionado a la sociedad menorquina y a la ciudad de Maó, cuyo Ayuntamiento ha declarado tres días de duelo oficial. Por ello, procede una profunda reflexión sobre la responsabilidad individual y colectiva en las vías públicas.

Las primeras investigaciones señalan que los menores fallecidos, de entre 9 y 16 años, no llevaban puesto el cinturón de seguridad en los asientos traseros, una infracción que determina la diferencia entre la vida y la muerte en caso de colisión. El uso obligatorio del cinturón de seguridad, tanto en asientos delanteros como traseros, sin distinción de trayectos largos o cortos, ni entre vehículos grandes o pequeños, no admite excepción; y posiblemente, de haberse utilizado en este caso, no estaríamos lamentando un balance tan luctoso.

El uso obligatorio del cinturón de seguridad, tanto en asientos delanteros como traseros, sin distinción de trayectos largos o cortos, ni entre vehículos grandes o pequeños, no admite excepción

La educación vial es un pilar fundamental en esta tarea. Desde la infancia, debemos inculcar el respeto a las normas de tráfico y enfatizar la importancia de medidas simples, como el uso del cinturón de seguridad, los límites de velocidad y la revisión periódica de los vehículos. El cumplimiento de estas obligaciones legales básicas, salva vidas. No se trata de evitar sanciones económicas y administrativas de pérdida de puntos del carné; se trata de evitar riesgos innecesarios en caso de siniestro.

A las autoridades les corresponde redoblar esfuerzos en la vigilancia y educación vial. Sin embargo, el cambio comienza con cada conductor, pasajero y peatón, reconociendo que su conducta en la carretera puede tener graves consecuencias no solo en su vida, sino también en la de otros.

En memoria de las víctimas de este trágico suceso, es preciso insistir en la importancia de comprometerse personal y colectivamente con el cumplimiento de las normas de seguridad vial. Que este trágico accidente de tráfico, el más grave en muchos años de historia de Menorca, suponga un punto de inflexión hacia carreteras más seguras y conductas más responsables.

La vida no tiene precio y es perentorio que cada conductor actúe con responsabilidad para protegerla en cada trayecto.


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