Nueva jornada del juicio contra Pau Rigo con la declaración de uno de los forenses que evaluó al anciano el día de los hechos y el cual ha señalado que el acusado pudo haber actuado bajo una situación “de miedo extremo”. Lo que habría afectado su capacidad para tomar decisiones en el momento en el que disparó el arma que mató a uno de los asaltantes el pasado febrero de 2018.
El perito del Instituto de Medicina Legal de Baleares ha explicado ante el jurado popular de la Audiencia Provincial de Palma que Rigo se habría enfrentado a una amenaza directa contra su vida. El acusado habría reaccionado buscando la opción que le ofreciera mayor seguridad, accionar su escopeta. "El miedo le produjo una reacción adaptativa, buscando un recurso inmediato. En esa situación, no pudo regir su conducta de otra forma que no fuera disparar”, ha declarado el forense. No obstante, ha añadido que Rigo era consciente del disparo y de sus consecuencias.
El mismo perito ha detallado que el anciano sufrió lesiones físicas importantes durante el forcejeo con los ladrones, incluyendo golpes con un "instrumento contundente", posiblemente una pata de cabra. Según los expertos, un golpe en la cabeza con esta herramienta pudo haberle causado la muerte. Además, Rigo padece un trastorno de estrés postraumático por los eventos vividos aquel día.
Otro forense, que ha evaluó al acusado semanas después del robo, ha corroborado que Rigo aún mostraba signos de haber recibido una "paliza fuerte", especialmente en el rostro. Este especialista también realizó la autopsia del ladrón fallecido, quien murió por un shock hipovolémico y un traumatismo abdominal severo causado por el disparo, efectuado a una distancia corta, de entre 1,5 y 2 metros.
El caso de Pau Rigo no solo ha captado la atención por la naturaleza de los hechos, sino también por el debate sobre la legítima defensa y las consecuencias legales de actuar bajo el miedo extremo. La defensa del anciano subraya que disparó tras esquivar un golpe mortal con la pata de cabra, en un intento desesperado por proteger su vida.
El juicio entra en su fase final, con testimonios clave que determinarán si Pau Rigo será considerado culpable de homicidio o si su actuación será entendida como una reacción inevitable en defensa propia.