Inspectores de Calidad Agroalimentaria y Producto Local de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural han intervenido 1.495 botellas de vino que, aunque originarias de Navarra, estaban etiquetadas y comercializadas como producto mallorquín.
La investigación ha comenzado tras una denuncia del sector vinícola y ha constatado que el distribuidor en Calvià empleaba etiquetas con denominación y símbolos que evocaban a Mallorca. Una práctica que afecta directamente a los productores locales.
Ante esta infracción, las autoridades han precintado la mercancía para evitar su venta y han subrayado la importancia de proteger las Denominaciones de Origen Protegidas y las Indicaciones Geográficas de Baleares. Joan Llabrés, director general de Calidad Agroalimentaria, ha recalcado que las inspecciones “se realizan con rapidez cada vez que se detectan irregularidades en el etiquetado o comercialización de productos locales”. Según Llabrés, este tipo de fraude “supone una competencia desleal para los distribuidores que operan correctamente y una vulneración de la confianza del consumidor".
Desde la Dirección General se ha recordado la importancia de la Indicación Geográfica Vi de la Terra Mallorca y las denominaciones protegidas de Binissalem y Pla i Llevant para regular la producción de vino en la isla y proteger la autenticidad de estos productos. En el marco agroalimentario, el uso indebido de estas denominaciones es considerado una infracción grave, que puede conllevar sanciones.