OPINIÓN

Los costes de envío ahogan el comercio digital en Baleares

Carolina Domingo | Jueves 17 de octubre de 2024

Es fundamental que el REB incluya ayudas específicas para los envíos de paquetería de las empresas baleares que venden online. No hablamos de grandes centros logísticos, sino de que una tienda de barrio de 40 metros cuadrados en un pequeño pueblo de Mallorca pueda competir en igualdad de condiciones, no solo con el resto de España, sino con el resto de Europa, como establece el Tratado de la Unión en su artículo 174, que garantiza el derecho de las regiones, incluidas las islas, a competir en igualdad de condiciones con el resto del territorio europeo.

Una herramienta clave para que los negocios crezcan y lleguen a más clientes. Tanto en la España peninsular como en Europa, muchos comercios locales han dado el salto al mundo digital para ampliar su mercado. Sin embargo, para los negocios ubicados en las Islas Baleares, la venta online presenta un gran desafío: el coste elevado de los envíos. Este obstáculo reduce su competitividad frente a los comercios en la península y a Europa, a pesar de que se espera que el comercio online iguale las oportunidades para todos.

El coste de los envíos desde las Islas Baleares es mucho más alto que dentro de la península. Las empresas de mensajería cobran tarifas más altas debido a la insularidad, lo que encarece notablemente los envíos. Mientras que un comercio en ciudades como Madrid o Valencia puede ofrecer envíos a precios competitivos para toda España y a Europa , un negocio en las Baleares debe cargar con estos costes adicionales, lo que acaba desmotivando a muchos compradores.

Este problema se traduce en una desventaja clara para los comercios baleares en comparación con los de la península. Aunque la digitalización permite a estos negocios llegar a más clientes, los elevados costes de envío crean una barrera difícil de superar y, en muchos casos, ponen en riesgo la viabilidad de las tiendas online. La promesa de la venta digital, que debería conectar sin fronteras, no se cumple de la misma manera para todos si no se resuelven estos problemas logísticos.

El Régimen Económico y Fiscal de las Islas Baleares (REB) fue creado para ayudar a las islas a compensar los problemas que provoca la insularidad, como el difícil acceso a ciertos recursos o la necesidad de mejorar infraestructuras. Sin embargo, este régimen no ha evolucionado lo suficiente para adaptarse a la nueva realidad del comercio digital.

Si no se toman medidas para facilitar que los comercios baleares puedan conectarse directamente con sus clientes finales, estaríamos perdiendo una gran oportunidad. Esta desconexión puede llevar a que la riqueza generada por los pequeños negocios locales se pierda para las islas. Negocios que podrían prosperar gracias a la tecnología y a una logística eficiente se verán mermados, lo que afectará también a la actividad económica y tecnológica de la región. Las empresas de logística, el comercio online y los servicios digitales dependen de una infraestructura de envíos que funcione, y si no lo logramos, Baleares perderá competitividad frente a otras regiones.

No podemos permitirnos perder esta riqueza. La actividad empresarial y tecnológica en el sector logístico es clave para el desarrollo de nuestras islas, y si no hacemos que las Islas Baleares estén conectadas de manera eficiente con Europa y el resto de España, estaremos comprometiendo nuestro futuro.

Es urgente que las autoridades revisen el REB y otros mecanismos que los adapten a las nuevas necesidades del comercio digital. Ayudar a los comercios locales con bonificaciones o subsidios en los envíos no solo garantizaría que estos puedan competir de manera justa, sino que también contribuiría a mantener la actividad económica en las islas, evitando que la riqueza se fugue hacia otros mercados más accesibles.

Debemos estar conectados con Europa y competir en igualdad de condiciones, tal como lo establece el Tratado de la Unión en su artículo 174. Las islas no deben estar en desventaja, sino alineadas con el resto de la Unión Europea, para garantizar que nuestras empresas puedan crecer y prosperar.

Si queremos que los comercios de Baleares mantengan su competitividad en el siglo XXI, no podemos permitir que los costes de envío se conviertan en una barrera insuperable. Es el momento de tomar medidas y asegurarnos de que la insularidad no sea un obstáculo, sino una oportunidad para el crecimiento empresarial en la era digital.


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