La consellera de Salud, Manuela García, ha afirmado este martes que “mientras bajan las listas de espera, suben las visitas de la UCO al IbSalut y las pruebas de complicidad de su partido con Koldo García”.
Catalina Cirer ha lamentado que nadie llamara al Govern diciendo "cariño, este es un proyecto muy importante”, cuando se han dejado perder fondos europeos para dispositivos de teleasistencia, según ha dicho la consellera de Familias y Asuntos Sociales. También ha afirmado que el Govern "no está acostumbrado a mentir en el Parlament".
Antònia Estarellas, consellera de Presidencia, ha estado sembrada cuando le ha preguntado a Pilar Costa: “Se lo digo desde el cariño, ¿está orgullosa de pertenecer a un partido y un gobierno desmemoriado, que no recuerda las comisiones de investigación, las gestiones que ahora se sabe que hizo su presidenta y otros miembros del Govern?”
Tampoco se ha sustraído al festín el vicepresidente del Govern, Antoni Costa, cuando ha respondido a Marc Pons que se ha constatado que el contacto de la trama Koldo y José Luis Ábalos era la propia presidenta Armengol.
Manuela Cañadas (Vox) no se ha quedado atrás y se ha dirigido a la presidenta del Govern como "señora Prohens" y no como "cariño", por respeto.
Marga Prohens le ha espetado a Iago Negueruela que "sin cariño, les toca informar de todo", añadiendo que "sus llamadas y sus whatsapp con Koldo García le han costado a Baleares, de momento, más de cinco millones de euro".
En resumen, todo un despliegue de (escaso) ingenio dialéctico protagonizado por el Ejecutivo del PP, que se ha pegado un festín a costa del PSIB. Claro que los socialistas no están en sus mejores momentos y los “populares” no se han podido privar de disfrutar de una sesión plagada de alusiones a lo que ha constatado la UCO. Una goleada sin piedad.