Conocí a Gabriel Verd hace más de 30 años. Justo al principio de empezar a divulgar su trabajo de investigación sobre el origen del descubridor de América: Cristóbal Colón. Desde el primer día me convenció. Su tesis era una novela de amor, de intrigas, de reyes y príncipes, de secretos, de aventuras y de la mayor gesta que los mundos conocieron antes del nacimiento del año 1500. Desde el primer día le di todo mi apoyo, conseguí que en la radio pública de España, RCE y RNE en Madrid le escuchasen y le hiciesen las primeras entrevistas. Tanto en las cadenas nacionales como en Radio Exterior. Esas primeras entrevistas llamaron la atención de varios historiadores españoles, americanos y familiares actuales de Cristóbal Colón. Fue cuando algunos mecenas le ayudaron a registrar la que hoy en día se conoce como la Fundación Cristóbal Colón de Mallorca. Gabriel Verd ha dedicado toda su vida a defender en todos los foros culturales, históricos y sociales del mundo, su tesis: Cristóbal Colón nació en Felantix (Mallorca) en 1460. Fue hijo de Don Carlos, Príncipe de Viana (hermano del Rey Fernando el Católico) y de la mallorquina Margalida Colom. La tesis fue una de las investigadas y que anoche vimos en TVE, sobre el origen de Colón. A mí, me sigue encantando esta historia, ya que ha sido la única de las ciento y pico que se han publicado que explicase el verdadero origen de toda la trama. Cómo Colón pudo llegar a la reina Isabel para pedirle su apoyo para encontrar la ruta de las tierras occidentales que debían llevar a España a poder comerciar con los países de Asia, sin tener que dar la vuelta por el sur del continente africano. Cómo le dieron permiso para llamarse Virrey, utilizar las armas reales de Castilla y de León, para su escudo señorial, y cómo le dieron los títulos que solo podían utilizar los descendientes, legítimos o ilegítimos, de reyes. En ese caso, solo era posible si era hijo ilegítimo de un príncipe: el de Viana. Que debía ser, también, el rey de Mallorca. El príncipe Carlos conoció a Margalida Colom en su alquería de Felanitx, donde mantuvieron un romance muy habitual en aquella época antigua e incluso hoy en día. Esta historia es tan fantástica que siempre he dicho que si no es la real, debería serla. El reportaje de anoche terminó asegurando que Cristóbal Colón era judío. Pero eso no descarta la tesis de Gabriel Verd. Por una razón muy científica. La comparación del cromosoma Y, de los restos del hijo de Colón, del que todo indica que son ciertos, no se puede comparar con los restos de un señor, que no fuera hijo directo y reconocido o ilegítimo del príncipe Carlos de Viana, quien solo tiene dos hijos ilegales reconocidos: Felipe y Ana. Felipe muere sin descendencia. Así, que se debería buscar cualquier otro resto confirmado de un descendiente directo del Duque de Medinaceli, quien se casó con la hija ilegítima del príncipe: Ana de Navarra. Por eso, es tan complicado y tan dificultoso poder seguir la pista mallorquina. Esta historia, como todas las que se convierten en leyendas, es muy hermosa. Sé que Gabriel Verd continuará buscando pruebas de su tesis. Ojalá las consiga y que al fin se le reconozca el gran trabajo que lleva haciendo desde toda su vida.