EDITORIAL

El alquiler de temporada desplaza al alquiler permanente en Palma

Sábado 12 de octubre de 2024

El mercado de alquiler en Palma está atravesando una transformación que está afectando a miles de residentes. El trasvase de viviendas del alquiler permanente al de temporada es cada vez más evidente, y este fenómeno está generando un impacto negativo en la oferta de viviendas disponibles para los habitantes de la ciudad. Lo que antes era una tendencia marginal, se ha convertido en una práctica generalizada: muchos propietarios están retirando sus inmuebles del alquiler anual para dedicarlos a alquileres de corta estancia, motivados por la mayor rentabilidad que ofrece esta modalidad, que en muchos casos roza el alquiler turístico. Además, supone menos riesgos y quebraderos de cabeza para los propietarios, que buscan seguridad y estabilidad.

Esta situación tiene consecuencias graves para los residentes de Palma. El número de viviendas disponibles en el mercado de alquiler permanente ha caído en un 33 por ciento en los últimos cinco años. Esta reducción en la oferta, junto con una demanda que no deja de crecer, está detrás del aumento notable y continuado en los precios del alquiler, que deja a muchas familias en una situación de vulnerabilidad y les dificulta acceder a una vivienda digna.

Muchos propietarios están retirando sus inmuebles del alquiler anual para dedicarlos a alquileres de corta estancia

El auge del alquiler de temporada está directamente relacionado con el turismo en Palma y la atracción que supone para los propietarios. Si bien la actividad turística es un motor económico clave para la ciudad, esta dinámica plantea un dilema sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y el bienestar social. En un contexto donde cada vez es más difícil encontrar una vivienda a un precio asequible, la regulación de este tipo de alquileres se convierte en una necesidad urgente para frenar la especulación.

La realidad que demuestran las cifras del informe de Idealista, exige mayor celeridad para que el Ministerio de Vivienda regule el régimen de alquiler de temporada que impida la picaresca que se está produciendo, de consecuencias dramáticas para la población residente y para el mercado del alquiler residencial. De tal forma que únicamente puedan arrendarse viviendas de temporada, de corta duración, a profesores, alumnos, nómadas digitales y casos igualmente justificados.


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