La razón: el PP sostiene que el Gobierno ha renunciado a pedir ayuda a la Unión Europea, tal y como han pedido los populares y suspenden esas conversaciones “hasta que el Gobierno recapacite y busque el apoyo comunitario para la resolución de un conflicto que no es solo de Canarias y no es solo de España”.
En este sentido, los populares han requerido al Gobierno para que remita la documentación y las comunicaciones mantenidas entre España y la Comisión y no ha obtenido respuesta y consideran que el Ejecutivo no puede rechazar la ayuda que se le ofrece, ni delegar en las comunidades autónomas del PP la respuesta al problema de la inmigración.
Esta decisión se ha trasladado al presidente de Canarias, Fernando Clavijo y los socialistas canarios han solicitado al PP “que deje de enfangar con bulos la política y los posibles acuerdos en materia migratoria” y ha negado que el Gobierno de España rechace la ayuda de Europa a las islas para gestionar la crisis humanitaria que se vive en ellas.
De hecho, la secretaria de Organización del PSOE en Canarias, Nira Fierro, ha desmentido de forma tajante en un comunicado las acusaciones de los populares “solo justificables por parte de quien, en realidad, pretende hacer descarrilar cualquier posibilidad de acuerdo”.
Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, exige al PP que deje de poner excusas “inverosímiles” para negarse a llegar a un acuerdo con el Gobierno y que asuma su responsabilidad y demuestre humanidad.
El titular de Presidencia ha recalcado que el Gobierno trabaja para solucionar el problema, se ha llegado a acuerdos y ha intentado el consenso, y ha lamentado que el PP “se descuelgue” ahora con lo que considera “una excusa” para no cerrar un pacto: “una excusa que resulta absolutamente inverosímil”, ha recalcado antes de asegurar que el Gobierno trabaja de la mano con la Comisión Europea y recordar que la UE ha logrado sacar adelante un Pacto de Migración y Asilo suscrito por gobiernos de diversa tendencia política.
Para Bolaños, la solidaridad tiene que evidenciare entre estados y también dentro de cada uno de los socios comunitarios y sostiene que el Gobierno trabaja para tener un modelo solidario en el que los flujos migratorios consigan una acogida digna para las personas que llegan y esos flujos se puedan regular con solidaridad.