Octubre comienza con novedades preocupantes para las familias en Baleares. Desde este martes 1 de octubre, la cesta de la compra se encarecerá un 0,1 por ciento debido a la eliminación del IVA reducido en los alimentos básicos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que la recuperación del IVA en estos productos, que se había beneficiado de una reducción temporal, llega "demasiado pronto". Aquellos alimentos que gozaban de un IVA del 0 por ciento ahora tendrán un tipo impositivo del 2 por ciento, mientras que los productos con un IVA del 5 por ciento pasarán al 7,5 por ciento. Según la OCU, esta medida supondrá “un aumento considerable en el coste de los productos de primera necesidad”.
Este ajuste fiscal es solo el primer paso. En enero de 2025, el IVA de los alimentos básicos recuperará sus niveles previos a la medida, lo que significa que aquellos que actualmente están gravados con un 2 por ciento pasarán al 4 por ciento, y los que están al 7,5 por ciento subirán al 10 por ciento. Este incremento generará un impacto mayor en los presupuestos familiares, ya que, según cálculos de la OCU, el gasto en la cesta de la compra aumentará en aproximadamente 36 euros anuales durante 2024, duplicándose hasta 72 euros anuales a partir de 2025.
Este cambio en la fiscalidad forma parte de un contexto más amplio. En junio pasado, el Gobierno aprobó un real decreto que prorrogaba las medidas para mitigar los efectos económicos y sociales derivados de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, los cuales han generado un aumento significativo en los precios. Entre estas medidas estaba la reducción temporal del IVA en alimentos, que expiró este mes de octubre.
A pesar de la presión inflacionaria, la OCU ha solicitado al Consejo de Ministros que considere extender nuevamente esta medida para evitar que los precios sigan escalando. Argumentan que un alivio fiscal prolongado podría amortiguar el impacto en los hogares, especialmente en un momento en que la inflación ha erosionado el poder adquisitivo de muchas familias.
Los últimos tres años han sido especialmente difíciles para los consumidores. Los precios de los alimentos se han incrementado un 35,5 por ciento desde 2021, mientras que los salarios han crecido a un ritmo mucho más lento, provocando un desajuste significativo. De hecho, la cesta de la compra ha aumentado un 14 por ciento más que los sueldos en el mismo período, exacerbando las dificultades para los hogares de clase media y baja.