La Policía Local de Palma ha explicado que los hechos ocurrieron el pasado martes sobre las 22:00 horas al recibirse una denuncia de que un hombre estaba destrozando a golpes el mobiliario de una vivienda.
Cuando los agentes de la policía llegaron al lugar encontraron la puerta abierta, muchos objetos rotos tirados por el suelo, puertas arrancadas de los goznes y la televisión con la pantalla partida. En el salón había dos mujeres muy alteradas y llorando; la adulta resultó ser la agredida y la otra, menor de edad, hija de la pareja.
Tras asegurarse de que no presentaban lesiones graves, los agentes se dirigieron al dormitorio donde dieron con el presunto agresor en un evidente estado de embriaguez y que declaró que al llegar a casa su hija le había atacado con un vaso de cristal porque así se lo había mandado la madres.
Por su parte, la mujer explicó que cuando su pareja llegó a casa había comenzado una discusión motivada por los celos y que él se puso muy agresivo, comenzando a romper objetos y arreándola un cabezazo del que fue testigo su hija, que cogió entonces un vaso de cristal y lo esgrimió ante el padre indicándole que dejara en paz a su madre.
Sin embargo, el padre comenzó a perseguir a su hija rompiéndolo todo a su paso aunque ella pudo escapar y dar aviso a la policía.
Ante los indicios, los agentes procedieron a detener al hombre que no dejó de insultarles y de lanzar graves amenazas contra su pareja y su hija.