Los hechos tuvieron lugar el pasado el 13 de septiembre por la mañana, sobre las 9:30 horas, cuando una patrulla de la Unidad de Intervención Inmediata (UII) recibió la comunicación de la Base del 092 para que se dirigiera a una calle del barrio de Nou Llevant donde una persona que tenía una orden de alejamiento de su madre golpeando la puerta.
A la llegada de los agentes, se encontraron un hombre en la calle que gritaba diciendo que había sido él y, mientras dos policías le acompañaban, el otro agente subió a hablar con la requirente, que le manifestó que tenía una orden de alejamiento de su hijo por hechos parecidos que habían sucedido anteriormente.
La mujer también mostró el cristal de una ventana, roto por una piedra de unos 15 centímetros de diámetro y los daños causados a la persiana por el lanzamiento de una barra de hierro. Añadió que, cuando negó la entrada del hijo a su domicilio, este empezó a dar golpes a la puerta, y por eso requirió la presencia policial.
En la casa había otros familiares que confirmaron esta versión y que aseguraron que no era la primera vez que pasaban hechos parecidos. Cuando se confirmó la vigencia de la orden judicial que prohibía la aproximación y de comunicación con la madre, el hombre que había quedado con los dos policías fue detenido por un delito de quebrantamiento de condena y fue trasladado al edificio de Sant Ferran.
La División de Policía Judicial realizó todas las diligencias del atestado y, al concluirlas, las remitió al Juzgado de Guardia, junto con el detenido.