No es fácil explicar el restaurante Mar y Paz con palabras. Yo lo intentaré, pero lo que hay que hacer es vivirlo. Es un sitio con alma, sobre todo por su gente, el personal, la clientela, por el entorno, y por su cocina. Todo fluye, para que disfrutes de una magnífica propuesta culinaria, cocina viajera, platos con carácter, platos casi icónicos que convierten este restaurante de Can Picafort en visita obligada.
Si tengo que quedarme con la parte positiva de un hecho que me dolió muchísimo, es que he tenido la suerte de disfrutar del Mar y Paz con la piscina de agua salada (una maravilla), la terraza frente al mar, comer con los pies en la arena, el ambiente, encontrarte con amigos… Pero con lo que realmente me quedo es con la magia del Mar y Paz, porque la magia continúa, sin piscina.
Motivos (políticos, o no) tendría el Ajuntament para eliminar unas instalaciones de uso privativo en concesión y sustituirlas por otras destinadas al uso general, pero se hizo una cosa peor, desapareció un patrimonio inmaterial, se atacó un sentimiento, una tradición, un intangible que estaba (y está) en la cabeza y en el corazón de la gente de Can Picafort y de los que no lo somos pero nos convertimos en adictos al Mar y Paz. El día que me asomé al solar donde estaba la piscina y lo vi todo cubierto de tierra me quedé impactado, no me lo podía creer. A más de un picaforter se le cayeron las lágrimas. En cualquier caso siempre tendremos un buenísimo recuerdo, lo vivido.
Pero como no hay mal que por bien no venga, con el cambio de formato (sin piscina) la cocina del Mar y Paz ha subido el listón. Ahora hacen platos más elaborados, con más enjundia, jugando con la infinidad de productos e ingredientes que Toni Gelabert y Noelia Pacini, sus propietarios, han conocido en sus viajes por el mundo. Ahora la parte más informal la puedes encontrar en La Santa, el chiringuito del que se hicieron cargo hace unos años por la misma zona.
Pero bueno, vamos a hablar de gastronomía, de buena gente, y de lo muy recomendable que es ir a Mar y Paz, a comer, a cenar, a tomar un cócktail o a ver que se cuenta por allí. La cocina de Mar y Paz es una cocina viajera, de viajes de largo recorrido y de viajes cercanos, a las islas hermanas. El sudeste asiático (Thailandia, Corea, Myanmar, Nepal…) y sudamérica, han sido inspiración de Noe y Toni para elaborar los platos de la carta. Y sus escapadas a Menorca, Ibiza y Formentera también son culpables de algunas delicias de las que puedes disfrutar.
El Yukhoe (tártar coreano de solomillo de ternera sopleteado, shitake encurtido en vinagre de arroz y huevo marinado), el Ceviche, el Dúo de Tiraditos o el Chilli de Langostinos (wok de langostinos, salsa de tomates asados y chiles dulces, salsa asiática, cacahuetes y ensalada de hierbas frescas) son platos con una clara influencia de culturas lejanas, y son una maravilla.
El guiño a las islas hermanas tiene nombre de Bogavante (o Langosta), con huevos y patatas, un plato de inspiración menorquina, el plato estrella (es un espectáculo ver pasar una bandeja con este manjar, y si es para tu mesa, flipas) o de Bullit de peix, el magnífico plato marinero muy arraigado a la tradición culinaria de las Pitiusas, con el pescado de roca hervido, con ali oli de azafrán, y su arroz a banda, servido aparte, como su propio nombre indica.
En la carta, que por cierto está en fundas de discos de vinilo (The Smashing Pumpkins, Pink Floyd, The Chemical Brothers, Pixies, The Clash), hay muchas más cosas, una amplia y variada propuesta de platos, todos interesantes, divididos en Abriendo boca, Lonja, Ensaladas, Matadero, Arroces, Pasta, y platos por encargo.
Esta aventura empezó en 2013 con Ca Na Noe, un pequeño local que esta argentina guapísima y con carácter, y su pareja, Toni, de Can Picafort de toda la vida, convirtieron en poco tiempo en un lugar emblemático y muy concurrido. Un año después, el día de la Lotería de Navidad, se enteraron de que el Mar y Paz estaba disponible, y regresaron precipitadamente de un viaje a centroamérica para intentar cerrar un trato, y se tiraron a la piscina (nunca mejor dicho). Este año 2014 celebran su décimo aniversario, diez años de buena cocina y muy buen rollo.
Siempre tendré ganas de ir a Mar y Paz, y darles un abrazo a Toni y a Noe (nunca es demasiado), y reencontrarme con su gente y su cocina. “Mar y Paz es la prueba de que Dios existe, y nos quiere ver contentos” Miquel, quan anam a fer un altre marypaz?
Ficha:
Dirección: Calle Felicià Fuster 1 (Can Picafort – Santa Margalida)
Teléfono: 971850023
Web: https://marypazcanpicafort.com/
Reservas: en la web
Tipo de cocina: Viajera