"La bajada de visitantes supondría poner de nuevo el sector turístico en quiebra. Ya pasó con la pandemia y vimos las terribles consecuencias". Es la alerta que lanzan los distribuidores de Baleares, liderados por Bartolomé Servera, enviando una dura crítica a los integrantes de las manifestaciones contra el turismo que se están extendiendo por todo el archipiélago, convocadas por "quienes odian -no todos pero sí muchos- a la empresa y al trabajo".
El presidente de la Asociación de Empresas de Distribución de Alimentos, Bebidas y Limpieza (ADED), Tolo Servera, ha asegurado a este digital que ya varias plataformas del sector se están uniendo a la nueva campaña a favor del turismo y en contra de los mensajes hostiles hacia los visitantes. Bajo el lema 'We Love Tourism', ADED ha lanzado una iniciativa para condenar mensajes como 'Mata a un turista' o 'Guiris Go Home', alertando de cómo estos pueden ser magnificados por los mercados emisores.
Servera denuncia que es "inadmisible que se dé voz a quienes están en contra del trabajo y la empresa" y ante ello ha recordado que el sector podría sufrir una bajada, una situación que "ya se vivió con la pandemia y que provocó la quiebra de muchas familias". "El descenso de visitantes dejó hecha polvo nuestra economía, cuyo pilar es el turismo, que sufrió una de sus mayores crisis sin precedentes", añade.
En ese momento, el culpable era un virus que obligó al sector a tener que pedir auxilio, pero para ADED fue una situación "inevitable" y muy diferente a la actual: "Estamos viendo que muchos, aunque no todos, de los que están detrás de estas manifestaciones son antiturismo, y hay que tener mucho cuidado, el turismo es sensible y estamos ante una cuestión muy delicada, está en juego mucho", alerta Servera.
"Los turistas son personas que deciden dónde gastar su dinero, nadie iría donde no es bienvenido, y los mensajes que se están enviando pueden ser malinterpretados y magnificados en los países emisores; no vendemos coches o cementos, sino una imagen y un intangible", alerta contundente, quien además recuerda que Baleares tiene mucha competencia, con otros destinos también muy atractivos.
Para ADED, una pérdida del 10 por ciento de visitantes "se traduciría en un equivalente al 10 por ciento menos de empleo, y si se llegase a un 30 por ciento, sería una quiebra y una bajada de la productividad inasumible para cualquier empresa".
La campaña de la asociación prevé que muchos colectivos se sumen y crear juntos conciencia ante cómo está evolucionando el debate sobre la saturación turística. "Es preocupante", insiste. "Todo es turismo, desde el que siembra patatas, si hay que buscar alternativas, me parece bien, pero mientras no vayamos en contra de los turistas".
Finalmente, Servera, que además es vicepresidente de Fomento del Turismo y que forma parte de la Mesa por la Sostenibilidad impulsada por el Govern, considera necesario cambiar y mejorar el modelo, pero considera ilógicos aquellos que no se plantean un cambio desde el turismo: "No existe otra alternativa, no hay otras formas de economía en las islas, y el culpable no es el turismo, sino Baleares, que no ha sabido gestionar su modelo durante años".
En septiembre se espera que se produzca una nueva gran manifestación contra la presunta saturación turística de la mano de la plataforma 'Menys Turisme, Més Vida', quien ha estado detrás de las dos últimas movilizaciones y que baraja acciones como "colapsar" el aeropuerto de Palma.
Los hoteleros condenaron que se increpase a turistas y se hicieran pintadas en hoteles durante las manifestaciones en Palma y enclaves como Es Caló des Moro, creando efectos disuasorios no deseados en los mercados emisores, donde la prensa ya se hace eco de que "el turismo en Mallorca se está convirtiendo en una pesadilla para los locales" o que "hay un aumento de protestar antituristas".