Según ha transcendido, todo empezó una vez llegado al destino: el agroturismo Son Burgues. Una vez allí, empezó una discusión entre el taxista y sus tres clientes, después de que uno de ellos argumentara no encontrar su teléfono móvil.
En un momento dado, los turistas alemanes se abalanzaron sobre el taxista para propinarle una brutal paliza que le provocó la fractura de dos costillas, además del radio y un coágulo de sangre en la cabeza.
Hasta el lugar se desplazó la Guardia Civil. Uno de los agresores fue detenido en ese mismo momento, si bien intentó pagar a los agentes y al propio taxista para que no denunciara los hechos.
El resto, también polícias de profesión, fueron arrestados pocas horas más tarde. Eso sí, han quedado en libertad tras pasar a disposición judicial en Manacor. De hecho, ya han regresado a su país.
"El juez los ha dejado libres sin declarar, porque se han negado a hacerlo. Y ya están en Alemania. El año que viene, volverán y harán lo mismo", ha lamentado el hijo de la víctima, Óscar Pérez, ante las cámaras de RTVE Balears.