Es una de los últimos métodos que están empleando los ciberdelincuentes para robar contraseñas o claves bancarias y vaciar las cuentas de sus víctimas en cuestión de segundos.
El 'keylogging' consiste en vigilar las pulsaciones de cada tecla del ordenador o del teléfono para obtener las contraseñas bancarias o cualquier clave de acceso. Unos datos sensibles cuyo robo puede implicar la pérdida de dinero en pocos segundos, entre otros estragos.
Para lograr monitorizar las teclas y el orden correcto en el que se marcan para así descifrar la contraseña, los hackers emplean un viurs. Este virus se suele instalar en los dispositivos tras un ataque de phishing del que la víctima no se ha dado cuenta y se descarga un archivo malicioso.
Este programa espía los movimientos y detecta cada pulsación del teclado para hacerse con las claves importantes. El keylogging es difícil de detectar, ya que los ciberdelincuentes esconden muy bien sus huellas.
Los expertos recomiendan llevar a cabo las siguientes rutinas:
Si se ha sido víctima de un ataque, denunciar siempre ante la Policía.