OPINIÓN

Ejercicio de idiotización masiva

Mallorcadiario.com

Patricia Guasp | Lunes 22 de julio de 2024

Tras unos días de instrumentalización y politización de los triunfos deportivos de la Selección española, Sánchez culminaba la semana presentando en el Congreso su Plan de calidad democrática contra lo que él llama desinformación. Míster Propaganda y Félix Engaños S.A. emprenden su cruzada personal contra los bulos, así llaman a las informaciones de los que no piensan como ellos, claro está. Ni sonrojo, oigan. Porque tienen claro que «una mentira repetida suficientemente se acaba convirtiendo en verdad» y “si no puedes negar las malas noticias inventa otras que las distraigan”. Y esta es la táctica gobbeliana adoptada por este Gobierno mientras se siguen cavando trincheras y levantando muros.

Un paso más en el Plan Sánchez. No tienen suficiente con politizarlo todo, con patrimonializar cada causa y con colectivizar a los españoles, que ahora le toca el turno a la libertad de expresión y a la libertad de prensa.

Basta ya de colectivizar a los españoles. No quieren entender que eres mujer, pero no piensas igual que todas las mujeres. Eres blanco, pero no piensas igual que todos los blancos. Eres lesbiana, pero no piensas igual que todas las lesbianas.

Basta ya de etiquetas. Creo en el individuo autónomo, en la igualdad de oportunidades y en el pensamiento libre frente al pensamiento único que nos intentan imponer.

Basta ya de pulsiones prohibicionistas, moralistas o puritanas de la izquierda o la derecha más ultra. Déjennos en paz. Muchos aún no se dan cuenta de que la colectivización y las políticas identitarias son un ejercicio de idiotización masiva que algunos aprovechan para imponer sus agendas y dictarte lo que tienes que pensar, lo que tienes que decir y lo que tienes que hacer.

Como liberal, defiendo -no siempre a gusto de todos- que la libertad de expresión es sagrada y la censura es la última frontera. Estoy en contra de la cultura de la cancelación, en contra de la censura en cualquier espacio público físico o digital, en contra de los límites a la libertad de creación y en contra de la inercia creciente de anular al adversario para que no pueda opinar; venga de donde venga. Porque, ojo, la libertad no está garantizada y la amenaza de que todo en lo que creemos muera por el camino es real.


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