Palma alberga actualmente alrededor de 140 colonias felinas activas, todas ellas registradas y autorizadas. Los servicios veterinarios municipales son los encargados de supervisar la salud y llevar a cabo la esterilización de los gatos que integran estas colonias. Según la normativa vigente, está prohibido confinar a los gatos no socializados en centros de protección animal, por lo que se requiere la colaboración de voluntarios para el mantenimiento y control de cada colonia.
Hasta ahora, estas actividades carecían de un documento oficial que regulara sus procedimientos. Sin embargo, la regiduría de Medi Ambient ha trabajado junto con diversas asociaciones animalistas para redactar y consensuar un programa de gestión integral. Este documento es fundamental no solo para organizar las colonias, sino también para optar a subvenciones estatales relacionadas con la Ley de Bienestar Animal.
El programa de gestión se fundamenta en el método CER (Captura, Esterilización y Retorno), que incluye la marcación y desparasitación de los gatos en el centro de Son Reus antes de devolverlos a sus colonias de origen. El objetivo principal es controlar la población felina, mejorar su bienestar y reducir las posibles molestias para los vecinos.
Las colonias felinas deben ser autorizadas mediante un decreto del Ajuntament, el cual establece las condiciones mínimas y determina su ubicación. La solicitud para constituir una nueva colonia requiere, como mínimo, la participación de tres voluntarios y tiene una vigencia de dos años renovables.
Además, el documento especifica las responsabilidades de los voluntarios, que incluyen seguir las directrices de los servicios veterinarios municipales, utilizar pienso seco para alimentar a los gatos y mantener la zona de la colonia en condiciones higiénicas adecuadas.