El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, ha mostrado este miércoles tranquilidad respecto a la denuncia contra él por un presunto delito de odio, afirmando que, como jurista, no le ve "relevancia penal" y que cree que no tendrá recorrido: "Yo no odio a nadie y mucho menos a ninguna víctima", ha recalcado.
Le Senne ha hecho estas declaraciones a los medios congregados en el Parlament con motivo de la reunión de la Mesa, que ha dado trámite a la solicitud de remoción del cargo de presidente que ha impulsado la izquierda.
El presidente del Parlament considera que la denuncia contra él por delito de odio que tramita el juzgado de instrucción 1 de Palma no tiene "recorrido" y descarta dimitir aunque sea imputado. "No le veo relevancia penal", ha afirmado Le Senne tras conocer que la denuncia de Memoria Democrática por romper desde el estrado de la presidencia de la cámara la foto de republicanas fusiladas durante la Guerra Civil es instruida por la justicia.
"No creo que haya ningún delito; no odio a nadie, y mucho menos a ninguna víctima", ha sostenido en declaraciones tras la reunión este miércoles de la Mesa del Parlament.
Preguntado por la posibilidad de que el juzgado le impute por presunto delito de odio, ha respondido: "Espero que no suceda, pero tampoco me inquieta". En todo caso, no considera la dimisión.
Previsiblemente, la Junta de Portavoces se reunirá la próxima semana para convocar a la Diputación Permanente, que será quien decida si se convoca un pleno extraordinario para votar la moción para apartar a Le Senne o se deja para septiembre, ya en periodo ordinario de sesiones.
Asimismo la Mesa, con los votos de los miembros de PP y Vox, han rechazado dar traslado de los hechos a la Fiscalía como pedía el PSIB.
Por su parte, las diputadas del PSIB Mercedes Garrido y Pilar Costa han advertido este miércoles a PP y Vox, en la reunión de la Mesa, que si no convocan de forma urgente el pleno extraordinario para debatir la remoción del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, "podrían incurrir en prevaricación".
Así lo ha expresado Garrido en una rueda de prensa en la que ha acusado a Le Senne de mantener "secuestrado" el organismo bloqueando las iniciativas en su contra, y lamentando la "complicidad" del PP en este comportamiento.
El PSIB ha defendido en la Mesa que Le Senne debería haberse abstenido de votar en las cuestiones que le afectan. Las socialistas, en minoría en el órgano, habían solicitado que los servicios jurídicos de la Cámara elaborasen un informe al respecto, pero la petición se ha desestimado.
En este contexto, Le Senne ha despejado cualquier temor sobre la posibilidad de que el PP acepte el ofrecimiento socialista de unir sus votos para apartarle y nombrar un presidente 'popular'. La moción contra él no tiene visos de prosperar salvo que se sume el PP, ya que la izquierda necesitaría tres quintas partes de la Cámara.
Le Senne tampoco cree que, en caso de ser imputado, deba renunciar a la presidencia del Parlamento: "Espero que no suceda, pero tampoco me inquieta porque los hechos son de dominio público y no creo que tengan especial relevancia penal".
Además, el diputado de Vox ha vuelto a defenderse de las críticas de la oposición por faltar a la neutralidad de su cargo: "Quiero recordar que veintitantos diputados exhibían en ese momento carteles más grandes que los de la señora Garrido y Costa sobre esta materia. No se les dijo nada, simplemente [se apercibió] a las señoras Garrido y Costa porque están en la Mesa".
Así, el presidente insistía en que "la Mesa tiene que ser neutral", incluido él. Con todo ha querido diferenciarlo de sus comunicados emitidos con el membrete oficial del Parlament criticando la Ley de Amnistía: "Como yo he jurado guardar y hacer guardar la Constitución, hemos respondido excepcionalmente", ha argumentado Le Senne.