cuando el propietario de este bar denunció ante la Guardia Civil el supuesto robo con fuerza de la recaudación de las máquinas recreativas, de varios dispositivos electrónicos y de bebidas.
Dos meses más tarde volvió a denunciar un hecho similar, en el que supuestamente los ladrones se hicieron con un botín de 8.000 euros. Finalmente, en el mes de diciembre fue víctima de un asalto con arma blanca por parte de tres ladrones, que le amenazaron, le ataron y se llevaron el dinero de la caja registradora y de las máquinas recreativas.
Finalmente, en febrero de este año, el propietario de las tragaperras instaladas en el bar interpuso una denuncia por la sustracción de más de 6.500 euros de la recaudación.
Desde un primer momento, los investigadores dudaron de la veracidad de los hechos denunciados, ya que las inspecciones oculares realizadas en el local arrojaron indicios de que los hechos no sucedieron como había relatado.
Los agentes recabaron pruebas y demostraron que las tres denuncias eran falsas y que él mismo sustrajo el dinero de las máquinas, por lo que fue arrestado.