EDITORIAL

El aumento de casos de Covid y la caída de la vacunación

Lunes 24 de junio de 2024

En las últimas semanas, el aumento de casos de COVID-19 ha despertado nuevamente la preocupación entre los expertos en salud pública. Tras el éxito inicial de las primeras campañas para aplicar la vacuna, la más reciente de estas llamadas a la población ha registrado una alarmante disminución en la respuestas ciudadana, especialmente entre las personas de mayor riesgo. Según datos del Ministerio de Sanidad, solo el 32,2 por ciento de las personas de 60 a 69 años y el 64,3 de los mayores de 80 se han vacunado en la última campaña, muy lejos del objetivo del 75 por ciento fijado por las autoridades sanitarias.

Esta caída en la participación se debe, en gran parte, al "hartazgo" de la población hacia una enfermedad que, aunque ahora tiene un impacto menor, no debe subestimarse. El pasado otoño, las autoridades sanitarias marcaron como objetivo alcanzar el citado 75 por ciento de vacunación en la población de riesgo, que incluye a mayores de 60 años, personas con patologías previas y embarazadas. En estos grupos especialmente vulnerables la situación es preocupante.

Desde hace más de un mes, el número de infecciones ha repuntado, siguiendo el patrón estacional del virus con picos en invierno y verano. Los contagios por COVID-19 siguen aumentando con cuadros “más sintomáticos” que en meses anteriores y con una mayor afluencia de pacientes en Atención Primaria. Estos casos representan ahora casi la cuarta parte de los ingresos por infecciones respiratorias.

"No se debe permitir que el cansancio o la falsa sensación de seguridad nos hagan bajar la guardia"

Esta tendencia subraya la importancia de mantener las medidas preventivas y la vacunación. Desde el Grupo de Trabajo sobre Vacunación de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) señalan que "esto no ha acabado" y que "el virus continúa y continuará".

La complacencia ante la COVID-19 es peligrosa, especialmente para los más vulnerables. El lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas cuando se presentan síntomas y la ventilación de espacios son medidas sencillas pero efectivas que no deben ser olvidadas. Y, junto a esto, la vacunación sigue siendo la herramienta capital para proteger a la población, especialmente a aquellos en mayor riesgo. No se debe permitir que el cansancio o la falsa sensación de seguridad nos hagan bajar la guardia. Protegernos y proteger a los demás sigue siendo una prioridad ineludible.

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