ÁGORA. TECNOLOGIA Y TURISMO

Dos armas para impulsar el nuevo turismo

Opinión

Bartolomé Arrom | Viernes 21 de junio de 2024

Según un informe del World Travel & Tourism Council WTTC, en 2024 el turismo supondrá alrededor del 15,2% del PIB español y, en cifras del INE, cerca del 12%. Además, EXCELTUR indica en su informe anual de 2023 que el turismo tendrá un crecimiento este año del 12,4%, lo que dobla la previsión económica de crecimiento del Gobierno para la economía española. Sin duda el turismo, con todos los cambios estructurales y emocionales que se han producido tras el paréntesis del COVID-19, ha regresado a su actividad y renace con fuerza para volver a ser motor de avance para la economía nacional y global.

Con todas estas cifras es fácil imaginar que el valor competitivo de las empresas del sector turismo es altísimo, y con ello me refiero tanto a las empresas turísticas propiamente dichas (cadenas hoteleras, agencias de viajes, tour operadores) como a las empresas tecnológicas dedicadas al sector turístico. Estas últimas son las que generan cada vez más empleo en nuestro país y comunidad autónoma, gracias a la reconversión del sector y a su capacidad de adaptarse a las nuevas formas de viajar y de contratarlos para ser cada vez más “una experiencia para el cliente”.

En España, desde que contamos con una Ley de Secreto Empresarial, la protección de ese alto valor competitivo cuenta con un gran aliado. Las empresas del sector turístico, como tantas otras, pueden –y deben, me permito recomendar–, proteger y velar por su know-how como activo intangible clave.

Todos tenemos en mente qué puede constituir un secreto empresarial en las empresas de dicho sector: desde planes estratégicos o de expansión a nuevos mercados (hoteles, aerolíneas), políticas de precios (empresas tecnológicas, hoteles, aerolíneas) a algoritmos, desarrollos tecnológicos concretos como software turístico y bases de datos de clientes y proveedores, entre otros. La lista es muy extensa y cada organización debería, en primer lugar, realizar un análisis interno con el asesoramiento de los socios adecuados para ayudarles a realizar este ejercicio, preferiblemente además por departamentos o áreas para identificar, y así poner en valor, esa ventaja que les hace ser competitivos en el mercado.

Gestionar los secretos empresariales de una organización implica, y así nos lo indica la ley, que se adopten las medidas técnicas y jurídicas razonables para mantener en secreto dicho conocimiento, incluyendo aquellas medidas que involucran a los equipos. Solo así los propios recursos humanos serán conscientes del carácter confidencial de la información que tratan y a la que pueden acceder, conociendo los límites de acceso a la misma a los que están autorizados.

Este proceso de gestión cuenta con otro aliado más aparte de la propia ley, que ha demostrado ser una herramienta ideal para ayudarnos en la tarea: el blockchain. Esta tecnología nos permite crear evidencias in house de manera rápida, eficaz y económica, de manera que supongan una preconstitución de pruebas frente a terceros, garantizando la trazabilidad de la información (modificaciones, archivo, proceso, etc.) y dejando constancia de su existencia en el seno de la empresa en una fecha determinada.

Ya tenemos jurisprudencia a nivel internacional que ha avalado la validez del blockchain como modo de prueba, admitiendo evidencias generadas mediante esta tecnología. Países como España, China, Italia, Estados Unidos o Reino Unido así lo corroboran.

El turismo alimenta un sector extremadamente dinámico y que ha sido motor de cambio constante en la economía. El modelo disruptivo de entender el viajar y la experiencia de cómo vivimos el viaje, así como la gran cantidad de datos generados en el proceso que nos permiten ofrecer, a través de big data, un producto cada vez más personalizado y de más valor, hace que la protección de todo ese conocimiento, de nuestro know-how sea un objetivo clave en el correcto crecimiento e internacionalización de nuestras compañías.

El robo de información sensible o secreta, la competencia desleal o la propia infracción de secretos empresariales son prácticas que, lamentable y constantemente, vemos en prensa y tribunales a menudo (ahí tenemos los ejemplos de Marriott, Booking, Starwood vs Hilton, NH…). Esto supone incluso un reto para los compliance officers en su labor de velar por el correcto cumplimiento normativo en sus compañías. Si unimos turismo e incorporamos tecnología, el cóctel de información o contenidos relevantes y que suponen una ventaja competitiva de nuestras empresas en el mercado global donde esos sectores desarrollan su actividad es más que evidente.

Por una vez, y como indicaba al principio, la ley ampara con una legislación concreta esa correcta protección de nuestro conocimiento turístico y, a su vez, la tecnología cuenta con una herramienta que hace que podamos hacerlo de una manera sencilla, ágil y eficaz. Todo ello, en una coyuntura tan extremadamente complicada como la que impulsó la pandemia. Por ello, es sumamente esencial contar con la tecnología y herramientas digitales más avanzadas y accesibles en la gestión de este valor, en cualquier actividad económica en general, pero en especial, en el sector del turismo.

Bartolomé Arrom
IP Senior Consultant ClarkeModet
Abogado especialista en Propiedad Intelectual en el sector Turismo

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