OPINIÓN

Transporte público en Mallorca. II. El bus

Emilio Arteaga | Martes 28 de mayo de 2024

Si el servicio de tren en Mallorca es deficitario, tanto en líneas como en frecuencias e infraestructuras, el de autobuses deja también mucho que desear. Yo puedo hablar por experiencia propia desde mi residencia en Lloret de Vistalegre y he de decir que es penosa.

Quizás Lloret, pequeño pueblo situado en el puro centro geográfico de la isla, sea un caso particularmente desgraciado, pero me temo que no es sino el ejemplo del mal servicio generalizado con que nos castigan nuestras autoridades.

Desde Lloret no disponemos de transporte público a casi ninguno de los pueblos de nuestro alrededor, distantes muy pocos kilómetros. No tenemos bus a Costitx, ni a Sant Joan, ni a Petra, ni a Ariany, ni a Maria, ni a Llubí, ni a Sencelles, ni a Santa Eugènia, ni a Montuïri. Pero tampoco lo tenemos a Inca. Hasta hace poco ni siquiera lo teníamos a Sineu, con lo que para ir a coger el tren debíamos ir en transporte privado, o a pie. Ahora tenemos algunas frecuencias, pocas, al día hasta Sineu; la coordinación con los horarios del tren es otro asunto.

Así que para ir a Inca, o Manacor o Petra, tenemos que coger el bus a Sineu, transbordar a la estación del tren y esperar a que llegue, uno por hora en cada sentido. Lo mismo al revés para volver. Para ir a Sant Joan o Ariany hay que ir a Sineu e intercambiar al bus circular Sineu-Maria-Ariany. Para ir a Costitx hemos de ir a Inca y allí coger otro bus, lo mismo para ir a Sencelles y peor para ir a Santa Eugènia o Montuïri. Todo un despropósito, así que no es extraño que todos recurramos al coche privado, el que lo tiene, para no perder horas y horas de tu vida enredados en la maraña del TIB.

Pero el súmmum de la desgracia es la conexión con Palma. O vas a Sineu con el bus, o mejor con el vehículo privado, y coges el tren, uno cada hora, o bien optas por el bus, pero aquí puede empezar una odisea de final incierto. Hace tiempo había una línea directa que hacía un trayecto un poco sinuoso y tardaba mucho en llegar a Palma, pero pasaba por Santa Eugènia, lo que permitía la comunicación con los taujans. Hace unos años dicha línea fue sustituida por otra que era más directa, pasaba por Pina, Algaida, Son Ferriol y llegaba a Palma en poco menos de una hora. Funcionaba relativamente bien, con pocas frecuencias, pero sí las había a las horas más necesarias.

Ahora todo ha empeorado. Ya no tenemos línea directa hasta Palma. Tenemos la 432, que va a Pina y Algaida, igual que antes, pero ahí se acaba. Hay que hacer transbordo a la línea 403, que viene de Campos y va hasta Palma. El intercambio se realiza en una calle lateral desolada, donde en invierno hace un frío impío y en los meses cálidos te tuestas al sol. Si hay suerte, el cambio se hace rápido, los horarios pretenden estar coordinados, pero ya se sabe que el transporte por carretera está sometido a múltiples posibles elementos que pueden provocar alteraciones importantes en la puntutalidad.

Y ahí se produce el drama. En las horas punta del tráfico en Palma es muy frecuente que el autobús sufra retrasos importantes, con lo que cuando llega a Algaida, el de Sineu se ha marchado, lo que significa que los pasajeros con destino a Pina, Lloret y Sineu se quedan tirados a la intemperie durante 30, 45 o 60 minutos, pelándose de frío o tostándose de calor.

Dos de mis nietos que viven en Lloret y estudian en Palma padecen este problema con excesiva frecuencia. En diversas ocasiones he tenido que desplazarme hasta Algaida para recogerlos. A veces también tienen que esperar en Algaida a que llegue el autobús de Campos camino de Palma y llegan con retraso a sus clases en la universidad.

Insisto en que quizás este es un problema solo del centro de la isla y en el resto del territorio todo va como la seda, pero por testimonios que tengo de familiares, amigos y conocidos el servicio es malo, cuando no infame, en todas partes.

Hace muchos años que este problema viene empeorándose, sin que ninguna de las medidas tomadas haya significado ninguna mejora global significativa. Seguramente hace tiempo que Govern y Consell deberían haber establecido un plan coherente integral multianual de transporte público para Mallorca, acompañado de las correspondientes previsiones presupuestarias y de inversiones y, si lo han hecho, no se nota.


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