El incidente tuvo lugar alrededor de las 20:00 horas de este jueves, cuando el local estaba ocupado por clientes y trabajadores. Según esplicó el jefe de los Bombers de Palma, parece que la terraza de la primera planta se vino abajo, seguramente por exceso de peso, y del impacto --de tres o cuatro metros-- cayó sobre una bóveda de marés, que también cedió. Debajo, en el sótano, estaba ubicada la zona de los comensales, que es donde se encontraron más víctimas.
García señaló, además, que todo apunta a que las víctimas, de mediana edad, son clientes del local y la mayoría son extranjeros, un extremo que todavía no ha podido ser confirmado. Los edificios colindantes fueron también desalojados por precaución, aunque no quedaron afectados.
Hasta el lugar se desplazó la Policía Nacional, unos cinco camiones de los Bombers de Palma, la Policía Local de Palma y el servicio de emergencias sanitarias 061, que movilizó una veintena de ambulancias. También se solicitó ayuda a una empresa de grúas para poder levantar los escombros. Además, se empleó un dron para localizar posibles víctimas y heridos. El Jefe Superior de Policía de Baleares, José Luis Santafé, se hizo cargo del mando del operativo en el lugar.
Los agentes desplazados cortaron el tráfico, con el objetivo de que los equipos de emergencia pudieran trabajar con mayor celeridad.
Evidentemente, el suceso generó momentos de mucha tensión y congregó a numerosos curiosos, muchos de ellos turistas. Mientras, los especialistas evacuaron a los heridos por la parte de atrás del local, que da a la calle Trasimé.
En un momento dado, ya pasadas las 23.00 horas, las fuerzas y cuerpos de seguridad pidieron, en castellano y en inglés, completo silencio a todas las personas que rodeaban el edificio, ubicado en primera línea de playa, para escuchar si quedaba alguien dentro.
También acudieron hasta el lugar de los hechos un equipo de psicólogos para atender a los afectados, además de una comisión judicial.
Palma no vivía un suceso de esta magnitud desde el año 2009, cuando por su mal estado un inmueble de la calle Rodríguez Arias colapsó –los técnicos apuntaron a un posible colapso del forjado– y perdieron la vida siete personas: un matrimonio alemán y miembros de una familia mallorquina y otra colombiana.
Entonces, el caso motivó que el Ayuntamiento de Palma creara una comisión no permanente para mejorar los mecanismos de prevención para la correcta conservación y mantenimiento de los edificios, con un mapa de riesgos de la ciudad.