Jaume Bauzà Mayol (Montuïri, 1972) es conseller de Turismo, Cultura y Deportes del Govern de les Illes Balears desde el 10 de julio de 2023. Este miércoles se reúne la primera Mesa por el pacto social y político por la sostenibilidad de las Islas Baleares en la Escuela de Hostelería a la que asisten grupos parlamentarios, cámaras de comercio, entidades sociales y ecologistas.
¿Qué ha sucedido para que el gobierno se plantee adoptar medidas contra la saturación turística?
– El mensaje y la propuesta electoral que lleva el Partido Popular está escrita en un programa electoral y es, básicamente, contención y armonía entre todos. Estamos perfectamente legitimados para llevar esto adelante, pero preferimos abrir un debate entre todos los agentes implicados para escuchar primeramente sus demandas, siempre basadas en datos, y que después la Administración pueda actuar.
¿Ustedes perciben que la situación ha cambiado y que es peor que hace tres o cuatro años?
– Bueno, la situación actual es consecuencia de ocho años de inacción en esta materia. Vemos que la sociedad manifiesta un cierto cansancio en momentos determinados, en situaciones puntuales de saturación, de congestión. Notamos que hay un cierto malestar.
"Vemos que la sociedad manifiesta un cierto cansancio en momentos determinados, en situaciones puntuales de saturación"
El vicepresidente Toni Costa habló de tomar decisiones valientes y de que no quieren tomarlas solos. ¿Hasta qué nivel? ¿Con qué alcance? ¿Qué cosas cree que inevitablemente deben ser objeto de atención? ¿Tráfico vial, transporte público, conectividad aérea?
– Efectivamente. Hay decisiones que se van a tomar y van a exigir una nueva legislación, una vez hecho el proceso de escucha de todos los agentes implicados. Pero hay otras que es simple gestión, como podría ser el tema de tráfico en carreteras, que seguramente hay herramientas para poder ayudar a esta gestión y que, en determinados momentos, no nos encontremos saturados o podamos ser más eficientes. Y no lo queremos hacer solos, queremos que sea a través de este amplio debate, porque creemos que la solución, cuanto más consensuada y más avalada esté entre todos, más perdurable va a ser.
A lo mejor este planteamiento puede parecer muy benevolente por su parte, porque hay partidos de izquierdas y entidades de la sociedad civil que han manifestado sus reticencias. De hecho, desde el GOB se apunta que esto es una respuesta política para intentar calmar los ánimos antes de la temporada turística…
– Opino que, si ya se viene con esta predisposición y con esta percepción, poco se va a aportar. Creo que se tiene que acudir de una manera sincera y alejándonos de extremos o propuestas antisistema o de un crecimiento desbocado, que nunca ha sido nuestra propuesta. Se tiene que venir a esta mesa de una manera constructiva, sincera y dejar los prejuicios y las voluntades individuales al margen, para poder acometer medidas de interés general, con el máximo consenso posible.
"Acciones turismofóbicas no tienen cabida en esta mesa"
Puede suceder que las cámaras de comercio o que las patronales del sector turístico hagan propuestas para mejorar la gestión de los flujos, pero también puede haber gente que directamente ponga sobre la mesa un mensaje turismofóbico, es decir, de oposición al fenómeno turístico. ¿Esto cómo se gestiona?
– Acciones turismofóbicas no tienen cabida en esta mesa. El turismo es nuestra principal actividad económica y estamos orgullosos de ella. Apostamos por ella. Otra cosa es que hayamos llegado a un límite de crecimiento de plazas. Lo que se tiene que atacar es la oferta turística ilegal, sea taxi, vivienda, comercio, etc. Mejorando la oferta turística y combatiendo la oferta turística ilegal, ya habremos avanzado muchísimo. Y, después, se tiene que hacer un proceso de escucha y seguramente habrá opiniones que nos ayuden a mejorar; y con herramientas de gestión que tenemos actualmente, se pueden mejorar muchísimas cosas. Pero preferimos hacerlo acompañados que solos. Ahora bien, las posturas extremas, los extremistas, los turismofóbicos y los antisistema, no van a tener cabida en este marco, donde la razón y el ‘seny’ van a imperar.
Ya que menciona usted las propuestas antisistema, en una asamblea de la plataforma ‘Menys turisme, més vida’ se planteó y se ovacionó la propuesta varias veces repetida de colapsar el aeropuerto de Palma.
– Es una propuesta antisistema total. Propuestas como esta no tienen cabida. En Baleares, donde nuestra principal actividad es el turismo, intentar colapsar el aeropuerto, pues la verdad... Otra cosa sería que entráramos en un debate de más vuelos, menos vuelos, ‘slots’, etc. Esto es otro tema. Pero colapsar el aeropuerto para ir en contra del turismo es una medida absolutamente antisistema.
"Estamos abiertos a escuchar las diferentes sensibilidades"
¿Cómo hemos llegado a esta situación? Hablamos de una falta de gestión de los flujos, pero es cierto que los consells insulars también tienen su ámbito competencial…
– En ocho años ha habido un incremento de 115.000 plazas turísticas y no se combatió el alquiler turístico ilegal. Esta es la situación. Y otro tema que complementa este argumento es que tampoco se han adaptado las infraestructuras de esta tierra en este 25 por ciento legal. Las infraestructuras no han mejorado. Esto crea un clima de congestión. Efectivamente, las competencias de ordenación e inspección están en cada isla. El reto que tiene la Administración autonómica es elaborar en un futuro un marco legislativo que sea adecuado para cada isla. Una vez hecho el proceso de escucha, habrá que redactar un marco normativo que tenga en cuenta la realidad de los diferentes consells insulars, porque son los que van a ejercer las competencias. Pero si me pregunta cómo hemos llegado a esta situación: 115.000 nuevas plazas en ocho años, olvidarse de combatir los pisos turísticos ilegales y las infraestructuras que no han aumentado en el mismo porcentaje.
¿Cabe la posibilidad de que se establezcan limitaciones más rigurosas a los cruceros o a los coches de alquiler sin conductor?
– Nosotros estamos abiertos a escuchar las diferentes sensibilidades y estamos dispuestos a no hacer cambios legislativos hasta que se haya escuchado a todo el mundo y se hayan sacado las conclusiones de este proceso de escucha que empieza este miércoles.
¿Qué opina de las excursiones de quads o de vehículos todoterreno de alquiler, en parajes naturales? Hay mucha gente molesta con estas actividades que se ofrecen a los turistas…
– Bueno, hay que actuar si hacen estas actividades en un territorio donde no esté permitido. Lo que pasa es que el turista cada vez se aleja más del sol y playa y busca otra experiencia, sean excursiones, patrimonio, actividades culturales, deportivas. Creo que todo esto se tiene que potenciar siempre que se hagan dentro de un marco reglado y en condiciones de legalidad.
Otro ejemplo, las party boats. Sabemos que el nuevo Decreto de Turismo Responsable las define mejor y establece restricciones, pero usted habrá visto las imágenes de ciertas party boats, cuando desembarcan los pasajeros, que no son agradables.
No son agradables y tenemos que combatir esta imagen. No puede ser que venga la gente a emborracharse. Por eso hemos prohibido el consumo de alcohol en la calle, en las zonas planificadas. Tampoco podrán descargar en estas zonas señaladas los autocares que vayan a estas excursiones marítimas. Estamos decididos a poner herramientas para que no se pueda consumir alcohol en estas zonas planificadas, que los diferentes ayuntamientos tienen la posibilidad de modificar. Las han variado Calvià y Llucmajor, y se mantienen en Palma y Sant Antoni. Quiero dejarlo claro, lucha total y absoluta contra aquellos que no tienen conductas cívicas y adecuadas; y que, además, en su país de origen, no las hacen.
"No puede ser que venga la gente a emborracharse"
Pero el papel todo lo soporta, una prohibición es lo más fácil que uno puede poner en el papel…
– En efecto, después hay que hacerlo cumplir. Tiene que haber efectivos de policía o inspectores, para que se cumpla lo que está escrito en el papel. Y es verdad que el papel todo aguanta, pero si después no hay una labor de vigilancia y de inspección y policías para que la seguridad reine en estos ámbitos, pues poca cosa habremos avanzado. Pero el Decreto de Turismo Responsable lleva garantizado para estos cuatro ayuntamientos afectados (Calvià, Llucmajor, Palma y Sant Antoni de Portmany) un total de millones de euros para cada uno de ellos, para destinarlos a seguridad. Es decir, los ayuntamientos que tengan bolsín de policías podrán contratar más agentes. Cuatro millones de euros anuales para inspección, seguridad y concienciación. Por tanto, además de ponerlo en el papel, como decía usted muy bien, también ofrecemos recursos para que los diferentes ayuntamientos se doten de recursos con la fuerza necesaria para que se haga cumplir.
¿Y en dos años se volverá a evaluar la efectividad del Decreto?
– Sí, estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2027.
Por tanto, en esta legislatura ustedes tendrán tiempo de evaluar su funcionamiento…
– Efectivamente. Y no hay que olvidar que el objetivo es que un día no haya necesidad de un Decreto de Turismo Responsable porque que las conductas sean buenas y que todo el mundo se comporte como en sus países de origen. Que vengan a disfrutar de nuestro paisaje, de nuestros restaurantes, de nuestras discotecas, pero que mantengan unas conductas coherentes.
¿No le parece que habría que implicar más a las embajadas y a los consulados en esta tarea?
– Sí, también lo hemos hecho, en la medida que puedan. Antes había una comisión y una subcomisión que nunca se reunieron. Ahora las hemos agrupado en una Comisión de Turismo Responsable donde los consulados están presentes, conjuntamente con los consells insulars y también el Ib-Dona. Próximamente se va a reunir y vamos a trabajar conjuntamente. Hace pocos días nos vimos con el cónsul británico y nos ofreció su colaboración más absoluta.
¿Los ve predispuestos?
– Sí, vienen predispuestos. El cónsul británico más que el alemán, pero habrá que concienciarles. Hay que ayudar en este tema porque nos va mucho en ello a todos. A Baleares como destino turístico, pero sobre todo a sus propios ciudadanos. Se tienen que implicar y a través de la Comisión de Turismo Responsable, veo su voluntad y lo van a hacer.