Con el trofeo Wanamaker , su primer "Major", acaba con su sequía de victorias - no ganaba desde 2022 - y ya suma 11. Para los morbosos, esta es una victoria del PGA Tour sobre el LIV Golf. Para los amantes del deporte y los apasionados del golf un gran regalo, cuatro días sublimes con desenlace en el último putt. Sea como fuere, y aunque me encuentro entre los segundo,s lo cierto es que no parece que el acuerdo para unificar el golf mundial esté más cerca.
Es la undécima victoria de Schauffele, de 30 años, desde que se hizo profesional en junio de 2015. El de San Diego dominó el torneo los cuatro días desde sus 62 golpes del jueves y sólo cedió el liderato el sábado, un hoyo, tras un doble bogey, que enmendó con dos birdies seguidos. Su triunfo le otorga la segunda plaza en el ránking mundial.
Última jornada soleada con viento inapreciable y greenes muy receptivos debido a la lluvia de los días previos. El campo estaba preparado para una victoria que no llegara al doble dígito pero el tiempo torció las intenciones de la organización y la victoria llegó con un - 21 de récord. Los puristas dicen que ganar con una gran cifra bajo par no "es bien". Allá ellos.
Vayamos al desenlace, que parecía ser cosa de tres.
Xander como indiscutible favorito para la victoria. No cedió en todo el domingo la cabeza, a pesar de la presión de sus perseguidores, y daba la impresión de tener todo bajo control, se le veía muy concentrado. Al único bogey de la jornada - hoyo 10 - respondió con dos birdies consecutivos.
En los momentos complicados, que los tuvo, sacó su magia con el juego corto y fue un "killer" con el putter. Llegó al 18 con la necesidad de hacer birdie para ganar, el par le abocaba a un play off con DeChambeau, que estaba esperando en el driving range. Xander no quería, bajo ningún concepto, salir al desempate con su compatriota como manifestó al acabar. Su driver acabó en el borde del búnker de calle de la izquierda, con un stance que le dejaba sus pies en la arena.
Habló con su amigo y caddie Austin Kaiser y decidieron jugar agresivo en lugar de jugar simplemente a colocar. Les salió bien. Jugó un hierro largo a hacer metros y la dejó a escasos metros del green, muy cerca de uno de los bunkers que en su conversación habían determinado como una buena opción. Buen approach que no era definitivo. Le quedaban un par de metros para la gloria. Embocó y levantó sus brazos al cielo. De Chambeau dejó el campo de prácticas para ir a felicitarle deportivamente.
Un gran De Chambeau que, en una cuarta jornada sin errores, estuvo a punto de emular a Brooks Koepka, el ganador de 2023, hasta el momento único golfista que ha ganado un Major como miembro del LIV Golf. Un excelente y vibrante juego de Bryson con golpes increíbles, con el driver, con los hierros - alguno de ellos increíbles - incluso con algún putt desde fuera de green que celebró con fruición.
También lo animó Viktor Hovland, el golfista que se había cuestionado no jugar este segundo grande por la frustración con su swing tras haber hecho un 81 el viernes del Masters de Augusta. Hovland dio caza al campeón en el hoyo 12 y mantuvo el pulso un par de hoyos. Pero luego ya sólo hizo pares y, en el 18, obligado a hacer un birdie como hizo De Chambeau se le atascó el putt y acabó con bogey. Acabó tercero a tres golpes.
Morikawa que salió en el partido estelar con Schauffele tuvo un día aciago, especialmente con el putter, y entregó una insípida vuelta al par con un bogey y un birdie en el 18.
Gran torneo del belga Detry que finalizó cuarto empatado con Collin Morikawa.
Sexta plaza compartida para Justin Rose, espectacular en la primera parte del recorrido, y un Lowry que no arrancó en ningún momento.
Compartieron octava plaza Horschel, Scheffler, MacIntyre y Justin Thomas.
Scheffler, ya con Ted Scott en la bolsa, realizó una gran vuelta volviendo al juego al que nos tiene acostumbrados y que solo las vicisitudes vividas le alejaron el tercer día. El ídolo local Justin Thomas pese a quedar frustrado, obviamente quería más, nos dio a los amantes del golf un gran alegrón pues nos dejo la versión del JT que todos queremos. Bravo también el irlandés MacIntyre y el americano Horschel.
McIlroy errático con el putter tuvo que conformarse con la duodécima posición. De haber estado atinado en los greenes hubiese luchado por la victoria en un campo que ya le dio la gloria en 2014.