Un individuo ha sido detenido tras hacerse con dos tarjetas bancarias y documentación de un fallecido y haber sustraído, mediante reintegros en efectivo en cajeros automáticos, unos 185.000 euros.
Según ha explicado la Policía Nacional, la investigación se inició a raíz de la denuncia interpuesta a principios de 2024 por el hijo del fallecido quien, tras varios años sin tener relación con él, se enteró de su fallecimiento.
El hijo comprobó que desde 2022 (el padre había fallecido en 2019), alguien había estado sacando dinero de sus cuentas casi a diario, reintegros que se producían en dos entidades bancarias prácticamente a diario y a razón de unos 1000 euros.
Al no encontrar una explicación plausible y desconocer las posibles relaciones personales que su padre pudiera haber tenido, decidió interponer una denuncia ante la Policía Nacional cuyo Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos (Ciberdelincuencia) inició la que iba a ser una laboriosa investigación.
Las primeras pesquisas permitieron descubrir que la vivienda del fallecido había sido objeto de un intento de 'okupación' en 2022 por parte de un varón que fue identificado en su momento.
A continuación, los agentes comprobaron que, efectivamente, tres años después de producirse el fallecimiento, y estando las cuentas bancarias todavía activas, se habían producido reintegros de efectivo en diferentes cajeros automáticos de Palma con tarjetas vinculadas al finado.
Así, se solicitó también la colaboración de la Brigada Provincial de Policía Científica y se procedió a inspeccionar la vivienda del hombre que había intentado 'okupar' la del fallecido unos años antes.
Esta inspección permitió obtener pruebas de que este hombre había accedido a la casa del fallecido. Poco después se pudo concretar que todos los cajeros en los que se habían usado las tarjetas se hallaban cerca de su domicilio personal y de una empresa de construcción de la que es administrador único.
De hecho, los investigadores descubrieron que el sospechoso había trabajado en una empresa del sector de la construcción que habían hecho obra en el edificio donde se hallaba la vivienda del fallecido, momento en el que, al parecer accedió al mismo para hacerse con las tarjetas y la documentación.