Los vecinos han señalado que el muelle y el paseo "vuelven en otro inicio de temporada a convertirse en el epicentro del turismo de excesos de la capital balear".
"Al tradicional ruido y suciedad de los negocios nocturnos que operan en la zona, se le une la actividad de catamaranes y barcos de excursiones que incluso reciben clientes de otras zonas de la isla donde están prohibidas", han manifestado desde la asociación.
Los denunciantes han advertido que el muelle de las golondrinas se transforma a diario coincidiendo con la salida y llegada de grupos "en un improvisado escenario para cánticos, actitudes incívicas, depósito de basura o un gran aseo al aire libre que deja la zona en pésimas condiciones higiénicas".
La asociación de vecinos ha pedido en diferentes ocasiones al Ayuntamiento de Palma y la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) poder retirar fuera de la zona esta actividad que afecta a vecinos y otras empresas naúticas.