Según informan desde el club, "en los últimos minutos del encuentro un espectador tuvo un comportamiento de menosprecio o desconsideración grave a uno de los árbitros asistentes, expresados con relación a su origen racial o étnico. Además de los insultos y amenazas proferidos, el partido estuvo suspendido durante dos minutos teniendo que ser retirado el espectador del lugar".
"Asimismo, una vez finalizado el encuentro y recogido en el acta arbitral, otro espectador, que llevaba en su mano cuatro latas de cerveza, una vez que el árbitro abandonaba Son Malefrit, tuvo contra él un comportamiento hostil amenazándole con frases como “ahora vas a llorar tú”, insultándole con palabras tales como “hijo de puta” y siguiendo al árbitro con una actitud hostil acompañado de otros", agregan.
"Desde el primer momento en que se tuvo conocimiento de los hechos, desde el Balears FC se inició una investigación para verificar la identidad de los responsables de dichas conductas que, para nada, representan los valores del club, y que se condenan con la mayor contundencia", señalan desde la entidad.
Además, subrayan que "los protagonistas de acciones tan repugnantes en un espacio deportivo no tienen cabida en la afición del Balears FC, por lo que el club ha iniciado las acciones pertinentes para depurar la responsabilidad de los individuos protagonistas de los actos descritos a fin de que no vuelvan a Son Malferit, así como reclamarles, si es preciso judicialmente, los daños y perjuicios que han causado tanto a la restante afición, como a sus jugadoras y al club".
"Por último, desde el club queremos transmitir el apoyo a nuestras jugadoras antes de encarar la última jornada de liga con la segunda plaza en juego. En la que está siendo una temporada histórica, tanto el club como la gran mayoría de los aficionados queremos seguir soñando en busca del objetivo merecido", zanjan.