El tabaquismo es un grave problema de salud pública. Combatirlo eficazmente debería ser un compromiso de todas las administraciones, pero para ello sería preciso que el Ministerio de Sanidad y principalmente su ministra, Mónica García, tuviera voluntad política de aglutinar y no de dividir.
El reciente anuncio del Ministerio de Sanidad sobre la aprobación del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo es motivo de preocupación, ya que parece ignorar las valiosas aportaciones hechas por el Govern balear, la Administración con competencias en salud. Este plan, respaldado únicamente por cinco comunidades autónomas (País Vasco, Asturias, Cataluña, Navarra y Canarias), no cuenta con el apoyo de Baleares, lo que supone que nazca debilitado y sin la colaboración necesaria para abordar efectivamente el problema del tabaquismo en el archipiélago.
Las razones detrás de la falta de apoyo de Baleares se centran en la falta de concreción de algunas medidas y la ausencia de una memoria económica clara en el plan propuesto por el Ministerio de Sanidad. Estas críticas son legítimas, ya que cualquier estrategia de salud pública debe estar respaldada por políticas claras y recursos financieros adecuados para su implementación efectiva.
La falta de consideración hacia las aportaciones del Govern de Baleares es preocupante, ya que esta administración tiene un conocimiento profundo de las necesidades y desafíos específicos relacionados con el tabaquismo en su ámbito territorial. Ignorar sus sugerencias resultará en un plan antitabaco inadecuado y poco efectivo para abordar esta compleja problemática.
Es crucial que el Ministerio de Sanidad reconozca la importancia de la colaboración con las administraciones regionales y tome en cuenta sus aportaciones para desarrollar estrategias de salud pública más completas y efectivas.
Sólo a través de un enfoque colaborativo y coordinado se pueden lograr avances significativos en la lucha contra el tabaquismo y la protección de la salud de la población. Sin embargo, una vez más, el Gobierno de Pedro Sánchez prefiere enfrentarse a las Comunidades Autónomas, donde mayoritariamente gobierna el Partido Popular.