El gerente de una clínica de Palma que operó a una joven que posteriormente murió ha sido detenido e ingresado en prisión por un delito de homicidio por imprudencia profesional y otro de quebrantamiento de condena. Se trata de un hombre de 69 años que ejercía como facultativo cuando estaba inhabilitado judicialmente para el ejercicio profesional. Además, otro facultativo que participó en la operación ha sido imputado.
Los hechos ocurrieron el pasado 1 de septiembre de 2023, cuando una mujer británica falleció en una clínica de Palma después de haberse sometido a una operación de cirugía estética. Durante la operación, y por motivos que están siendo aún investigados, la víctima entró en parada cardio-respiratoria y precisó su traslado urgente hasta el Hospital Universitario Son Espases.
Tras permanecer ingresada en la UCI durante casi dos semanas, el 13 de septiembre del año pasado falleció como consecuencia de las graves lesiones sufridas durante la parada cardio-respiratoria. Es por ello que los familiares de la fallecida interpusieron denuncia ante la Policía al entender que se había producido una mala praxis por parte de los facultativos que practicaron la cirugía, comenzando así el Grupo de Homicidios, de la Policía Nacional, la investigación correspondiente.
Los investigadores, tras recabar de la clínica toda la documentación médica relacionada con la intervención de cirugía estética y tomar declaración al personal sanitario, el pasado 9 de febrero procedieron a la detención del facultativo y director de la clínica por un presunto delito de homicidio por imprudencia profesional y otro delito de quebrantamiento de condena.
En cuanto a los otros dos facultativos que participaron en la cirugía, los investigadores imputan a uno de ellos un presunto delito de homicidio por imprudencia profesional y, al segundo, debido a su repentino fallecimiento dos meses después de la cirugía, no ha podido ser imputado.
Entre las irregularidades detectadas, los investigadores averiguaron que, aparte de la cirugía inicial, los facultativos aceptaron llevar a cabo una segunda cirugía solicitada por la propia paciente momentos antes de entrar a quirófano. Al parecer, antes de entrar en quirófano, la víctima solicitó a uno de los facultativos aprovechar su entrada a quirófano para practicar una segunda cirugía estética, encargo que fue aceptado por todos ellos sin tener en cuenta que la paciente no había sido convenientemente informada de los riesgos que entrañaba la misma.
Precisamente, cuando los facultativos se estaban preparando para iniciar esta segunda cirugía fue cuando la víctima entró en parada cardio-respiratoria. Otras de la irregularidades detectadas por los investigadores es que la paciente firmó los consentimientos informados para la cirugía programada la misma mañana de los hechos, y que éstos estaban redactados en español, cuando, tal y como informaron sus familiares, ésta no sabía hablar ni leer en dicho idioma.
Da la casualidad que el facultativo detenido se encontraba en prisión por otro hecho relacionado con el ejercicio de su profesión sanitaria, motivo por el que los agentes tuvieron que solicitar su excarcelación para informarle de esta nueva imputación y, una vez finalizados los trámites, proceder a su reingreso al centro penitenciario.
Al detenido le constaba una inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión sanitaria, así como, para el desempeño de cargos de dirección o gestión de establecimientos sanitarios, inhabilitación de la que hizo caso omiso al formar parte de la cirugía practica a la fallecida.