OPINIÓN

Obesidad emocional

Beatriz Vilas | Viernes 22 de marzo de 2024

Estaba esta semana escuchando uno de mis programas preferidos de youtube, “Next Lever Soul” y vi a una terapeuta muy divertida y profesional, Laura Coe, que hablaba de esta terminología “Obesidad Emocional” y me encantó puesto que hace años que hablo de con mis clientes, de la importancia de la alimentación y nuestras emociones.

“Nos comemos las emociones”, suelo explicar en mi despacho de Cábala y Coaching, cuando me indican que les duele el estómago, que no pueden “digerir” algo que les ha sucedido, o que tienen hambre de amor. Y aunque pueda parecer que simplemente es una metáfora, ésta va mucho más lejos.

La alimentación está muy vinculada a nuestras emociones, hasta el punto de poder llegar a ser obesos por no saber digerir bien las emociones, esto es, por no saber gestionar nuestras emociones y todo lo contrario, dejar de comer por el mismo motivo. Es una forma de escapar de lo que no podemos controlar, de lo que no está a nuestro alcance, o simplemente de lo que nos duele y no podemos evitarlo.

Cuando comemos en exceso o en defecto realmente nos estamos haciendo daño a nosotros mismos, pero lo que ocurre es que sus consecuencias no son tan visibles como las que producen otros tipos de adicciones. Nos podemos volver adictos a la comida, porque en el placer instantáneo que nos produce, engullir alimentos, nos da la sensación de que nos sacia nuestra ansiedad por los problemas que se escapan a nuestro control.

Y no tenemos nada más que ver a aquellas personas que se encuentran deprimidas, en término general, han dejado de preocuparse por su físico y se pueden llegar a volver obesos, o excesivamente delgados, hasta llegar a una patología severa como es la anorexia.

Pero ¿qué debemos hacer cuando detectamos que la comida puede con nosotros? Yo siempre recomiendo acudir a un especialista de la nutrición, o terapeuta si se diera el caso, para ser ayudado en el cambio de hábitos conscientes sobre la alimentación, o cualquier otro tipo de adicción.

Así que, querido amigo lector, comienza a pensar cuál es tu relación con la comida, ¿te comen las emociones o tú las sabes gestionar? Si eres de los primeros, ponte ya en marcha y acude a un experto que pueda ayudarte con tus hábitos y verás que en breve la comida te habrá dejado de controlar y serás tú el que gestionarás la relación que mantiene con ella.

¿Te apuntas a hacerlo?


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