El Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) permite que se lleven a cabo diversas iniciativas medioambientales con el objetivo común de preservar los paisajes y entornos naturales de las islas para que a la vez sigan siendo un entorno atractivo, fomentando la sostenibilidad y el equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación de la naturaleza. Las actuaciones que se han llevado a cabo o bien continúan en marcha están relacionadas con la protección de las explotaciones agrarias, la posidonia oceánica, la conservación de las albuferas, impulsar la movilidad sostenible y la regeneración de entornos forestales.
Uno de los principales fines del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS),tasa que se aplica a quienes hacen uso de los alojamientos del archipiélago, es poner en marcha proyectos medioambientales para Baleares.
El ITS se utiliza, asimismo, para invertir en investigación, así como en la mejora de las condiciones sociales para conseguir un entorno más sostenible y con mejores servicios tanto para residentes como visitantes.
El Govern ha anunciado recientemente la movilización de 350 millones de euros a cargo de esta tasa para proyectos dirigidos a la circularidad, la eficiencia energética, la mejora del ciclo del agua y del propio destino, así como para formación y eventos deportivos y culturales con el foco puesto en la desestacionalización.
Hasta la fecha se han financiado un total de 190 proyectos (70 en Mallorca, 25 en Menorca, 14 en Ibiza y 6 en Formentera), de los que 75 tienen impacto en el conjunto de las islas, con un total de 390 millones de euros destinados a planes medioambientales, turismo sostenible, patrimonio histórico, formación y ocupación, investigación científica así como vivienda y alquiler
social.
Para los proyectos prorrogados, se ha aprobado, además, una convocatoria extraordinaria para reprogramarlos, con un importe de 74 millones, especialmente para esponjar zonas maduras con la adquisición y demolición de establecimientos hoteleros ya amortizados, haciendo hincapié en el carácter finalista del impuesto turístico.
Muchos cultivos se están viendo castigados por la sequía. El sector agrario presenta ciertas dificultades propias de los entornos insulares. En este sentido, la lucha contra la erosión del suelo y la protección de la biodiversidad, la rehabilitación de los marges y la paret seca, y el fomento de la actividad agraria tradicional con especies leñosas, es decir replantación de árboles para detener la degradación paisajística y medioambiental y así mejorar las condiciones del suelo y de la infiltración del agua, además de la lucha contra los incendios.
Con 4 millones de presupuesto, este proyecto, ya ejecutado, supuso ayudas a agricultores o bien titulares de explotaciones para rehabilitar los marges, la paret seca, los vallados y los cerramientos, o bien replantar especies tradicionales leñosas de secano (almendros, algarrobos, higueras, ciruelos, olivos o albaricoqueros) para mejorar los cultivos castigados por la sequía.
Con el mismo objetivo de mantenimiento del paisaje agrario, otro proyecto con una partida de la misma cantidad, casi 4 millones, supuso ayudas a campesinos para el multicultivo, la fertilidad del suelo, la rotación y la creación de cubiertas vegetales que eviten la erosión y mejoren la infiltración del agua. Se prevé así también evitar abandono de estas explotaciones agrarias a causa de la disminución del potencial productivo y de las enfermedades que les afectan por las plagas.
Por otro lado, en cuanto a la actividad agraria en espacios naturales protegidos declarados como tales en la Ley 5/2005 para así conservar los espacios de relevancia ambiental (LECO) se ha puesto en marcha un paquete de ayudas para fomentar la actividad agraria en estos entornos, ya que ayuda a su conversación y mantenimiento. Destacan los parques naturales como el de s’Albufera de Mallorca, el de Mondragó o el de Parque natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera; el paraje natural de la Serra de Tramuntana o la Reserva natural de s'Albufereta, en Menorca.
Baleares cuenta con 12 Reservas Marinas que representan 67.420 hectáreas de espacio marino protegido y que se encuentran en una situación precaria debido a la pérdida de personal y medios. Para ello, el Programa Reservas Marinas intenta dotar de vigilancia las reservas, con seis guardas de pesca adicionales (cinco en Mallorca y uno en Formentera), junto a la adquisición de embarcaciones para controlar las zonas, ya que hasta entonces habían quedado obsoletas. También se ideó el monitoraje del seguimiento y registro de datos de su actividad. Cabe mencionar que las reservas marinas suponen un instrumento eficaz para gestionar la pesca y los recursos marinos.
Por otro lado, varios proyectos han ido destinados a proteger la posidonia oceánica, catalogada como uno de los organismos más importantes y característicos del fondo marino en el Mediterráneo. Las raíces de la posidonia penetran además en los sedimentos del lecho marino, formando una densa malla que ayuda a estabilizar los suelos submarinos, previniendo su erosión y manteniendo la integridad de las playas, la transparencia del agua y la biodiversidad.
Sin embargo, existe una falta de información sobre el estado real de viabilidad de estas praderas y la extensión de posidonia se ha ido reduciendo en el Mediterráneo. La conservación de la posidonia se ha convertido por tanto en uno de los objetivos principales de las instituciones. Baleares ha sido pionera en tratar la regulación integral de esta especie y su hábitat. Ejemplo de ello es la creación de una ‘atlas submarino’ para completar la cartografía existente en base a la Posidonia, comprobar la validez y su grado de integridad, mediante una aplicación informática que permita al usuario saber si se encuentra en zona de fondeo permitido o no.
Disponer de una cartografía detallada de la distribución de la especie, que ponga a disposición de los usuarios la información y las herramientas necesarias para cumplir con la norma es la principal función del atlas. Entre las actuaciones principales, se realizó un cartografiado de las zonas con falta de datos y se comprobó el grado de fidelidad de las existentes a base a muestreos en puntos estratégicos.
Bajo el mismo objetivo, ‘Somos Posidonia’ es otro de los proyectos para promover la colaboración de los navegantes en la conservación de los paisajes submarinos de la posidonia, que ha permitido poner al alcance un teléfono donde resolver dudas o transmitir sugerencias y propuestas desde el mundo náutico; instalar boyas informativas de señalización en zonas de mayor fragilidad para evitar fondeo de embarcaciones y un observatorio de navegantes, para mejorar la información disponible y abrir la participación del sector a través de un gabinete técnico que recopile, valore y comunique datos. Con el lema "Navigation posidonia friendly" se realizan sesiones informativas con la oportunidad de conseguir una bandera posidonia a los navegantes que superen un test. También se incorporaron carteles permanentes tanto en puertos como clubs náuticos con la normativa.
Por último, se ha puesto en marcha un plan de monitorización de la posidonia, con el objetivo de recuperar las estaciones repartidas por las islas en las que se controlaban anualmente la densidad, el recubrimiento, la presencia de algas invasoras y la densidad de especies indicadoras como los nácares o los erizos de mar.
El propósito es recuperar esta Red, intentando recuperar las mismas estaciones existentes en 2012 o poniendo en marcha nuevas.Esto no consiste solo en reencontrar o sustituir el material instalado en el mar (cuadros de muestreo, piquetas, marcas, etc.) sino de reconstruir las relaciones de confianza y corresponsabilidad entre la administración y los voluntarios.
Otros proyectos
Entre los proyectos ejecutados, cabe mencionar también la mejora del paisaje forestal balear, adaptando los bosques al cambio climático de manera que puedan incrementar su resiliencia al calentamiento global. Los bosques autóctonos como encinares, pinares y garrigas necesitan urgentemente un plan de choque para limitar los daños que les están provocando las severas alteraciones que sufren, como la sequía o la introducción de especies exóticas. También es necesario actuar en la restauración de aquellas zonas degradadas de dichos bosques que, por erosión, predadores, alteraciones o fuego, no consiguen recuperar su estrato arbóreo.
Las localizaciones donde se ha intervenido están presentes en las montañas de uso público propiedad de la CAIB: Menut y Binifaldó, Son Moragues, Planícia, Son Real, Mortitx...
Otras actuaciones importantes tienen que ver con la intención de aprovechar el caudal de agua de las depuradoras que se vierten en torrentes o garantizar el correcto procedimiento de las aguas residuales con por ejemplo, la ampliación y mejora de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Inca, así como la ampliación de desaladoras y el aprovechamiento de aguas regeneradas, como en Porreres.
Para incentivar una movilidad sostenible en espacios naturales y playas de Mallorca más visitadas, como la Serra de Tramuntana, Formentor, Playa de Muro Son Real o Es Trenc se destinó un millón de euros para crear nuevas paradas de bus, aparcamientos y paneles informativos. Para reducir la presión humana y la afluencia de vehículos en los espacios naturales, y evitar la congestión de las vías de acceso o el estacionamiento ilegal a través de este proyecto se proponen actuaciones también para apostar por la práctica del senderismo y por políticas de desestacionalización.
Se realizó la construcción de nuevas paradas de autobús regular del TIB o adecuación de las ya existentes con el fin de mejorar la accesibilidad, aparcamientos para coches fuera de las zonas protegidas, implantación de servicios regulares de autobuses lanzadera del TIB para acceder a áreas naturales de especial interés o playas vírgenes y la instalación de paneles con información dinámica sobre las restricciones de acceso a zonas naturales y disponibilidad de aparcamientos de disuasión.
Precisamente Es Trenc es uno de los espacios naturales más emblemáticos de Baleares y constituye uno de los sistemas litorales con más valor ecológico de la isla. Otro eje de actuación financiado con el ITS en este espacio tiene que ver con la recuperación del sistema playa-duna; el seguimiento de la flora y la fauna del salobrar; la instalación de cierres para delimitar espacios y accesos, y la gestión óptima del resto de hojas de posidonia, además del diseño de itinerarios para facilitar la visita a los usuarios del espacio natural y una campaña de educación e interpretación ambiental.
Las actividades deportivas que ofrece la isla son un elemento esencial para perseguir un modelo turístico de calidad. Una de ellas es el senderismo.
Las islas no solo cuentan con multitud de rutas señalizadas, sino con una red de refugios para excursionistas, tanto residentes como visitantes. Uno de ellos es la finca Galatzó, adquirida en 2006 por el Ayuntamiento de Calvià, se encuentra Ses Porqueres, que presentaba un estado prácticamente ruinoso.
Mediante la puesta en marcha de una reforma, rehabilitó este edificio para convertirlo en un refugio de montaña y que pueda integrarse en la Red de Refugios de la ruta Piedra en Seco del Consell de Mallorca. En total cuenta ahora con 52 plazas y 12 habitaciones, una vivienda para los guardas, cocina, comedores para los usuarios y una sala multifuncional para la realización de actividades culturales y educativas.
Aunque actualmente se esté trabajando en la mejora de la accesibilidad en zonas húmedas, anteriormente se han finalizado otros proyectos especialmente para erradicar las especies exóticas que provocan la desaparición de muchos animales e importantes cambios en el paisaje, además de impactos económicos (al afectar a los cultivos, los montes, la ganadería o la pesca), o incluso repercuten en la salud pública (diseminación de patógenos, procesos alérgicos). También se ha trabajado en la mejora del drenaje de aguas superficiales en s’Albufera de Mallorca, la zona húmeda más extensa de Baleares, separada por un cordón de dunas. Junto a ella, las islas cuentan también con el Parque Natural de s'Albufera d'Es Grau, en Menorca, y el Parque Natural de Ses Salines, de Ibiza y Formentera.
Son entornos naturales únicos que cuentan con un gran número de visitantes y a la vez con una fauna y flora que se deben proteger. Por ello, es necesario que cuenten con equipamientos idóneos y que sean compatibles con la conservación del territorio.
El proyecto actual en el que se está trabajando pretende solucionar algunas deficiencias del conjunto de las zonas húmedas, mejorando su accesibilidad y sus observatorios.
Por zonas, en el Parque Natural de s'Albufera de Mallorca se está actuando sobre cuatro de los principales caminos que presentan problemas de drenaje, como en los edificios de gestión del parque, cuyo asfalto se encuentra deteriorado. También se realiza una actuación de contención en un malecón que se ha visto afectado or las crecidas de las aguas.
En cuanto al Parque Natural de s'Albufera d'Es Grau en Menorca también se está luchando para evitar la erosión y mejorar los miradors en los itinerarios conocidos como el azul o el de Sa Gola, el verde o de Santa Matrona y el Rojo o de Cala Llimpa.
En último lugar, las actuaciones que se llevan a cabo en el Parque Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera se centran en el recorrido que une los estanques de Can Marroig con el centro de interpretación del parque, a fin de posibilitar la observación de aves acuáticas y el paisaje de toda la laguna del litoral mediante la instalación de una plataforma elevada. Se incluye, además, la señalización interpretativa de aves que pueden observarse.
El sector turístico tiene entre sus principales retos la consecución de una economía circular. Un sistema en el que los recursos se aprovechan de forma casi infinita, mediante un modelo de producción donde los suministros son circulares, es decir, se recuperan y prolongan su vida para volver a ser utilizados y, por tanto, se reduce el número de residuos, y se mejora la calidad ambiental y el desarrollo sostenible.
La primera convocatoria de ayudas del año 2017 permitió la subvención de 13 actividades relacionadas con la reutilización, el reciclaje, la valorización material y la reducción de los residuos turísticos. En total, estas actuaciones se aplicaron a más de 6.000 toneladas de residuos.
Con esta nuevo proyecto se pretende continuar impulsando iniciativas de entidades privadas y asociaciones sin ánimo de lucro orientadas a reincorporar los residuos y sus materiales al proceso productivo, que contribuyan a este cambio de modelo y acabar con la generación de enormes cantidades de residuos y la escasez de materias primas. Así pues, se trata de impulsar la transición hacia una economía circular, en la que los residuos y sus materiales, al ser reincorporados al proceso productivo, permitan cerrar el ciclo.
A la vez, se pretende crear puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión.
Un último proyecto medioambiental relevante que se está desarrollando consiste en la recuperación del sistema dunar de las islas; espacios de acumulación de sedimento arenoso que se desarrollan tierra adentro en algunas de las playas, y que son el principal reclamo turístico del archipiélago.
De hecho, deben considerarse parte de un sistema más complejo que abarca la playa sumergida y la playa emergida y presentan un alto grado de fragilidad y vulnerabilidad.
Por un lado, se realizó un diagnóstico del estado de las dunas, y posteriormente se han planificado varias actuaciones para recuperar las especies y los hábitats, frenando los factores de degradación de su flora y fauna, reforzando la vegetación autóctona y en una segunda fase informar paralelamente a los usuarios de estos espacios singulares sobre el objetivo de las actuaciones y las buenas prácticas que se deben desarrollar para mantener su buen estado de conservación.
Otros proyectos en ejecución tienen la finalidad de impulsar la instalación de energías renovables para combatir el cambio climático. En concreto, se trata de energías con participación social, de forma que se permite visibilizar una nueva forma de inversión en infraestructuras energéticas con la participación de vecindarios.
Por otro lado, destaca también el trabajo para recuperar y reacondicionar los caminos del bosque de Bellver, con la señalización de espacios de uso público y la campaña de difusión, concienciación y colaboración ciudadana.