Los hechos se produjeron la madrugada del 11 de marzo, alrededor de las 00:20 horas, cuando la Sala del 092 recibió varias llamadas alertando sobre la presencia de un hombre vestido de negro que portaba armas prohibidas en la entrada del local.
Gracias a la descripción aportada por los testigos, la unidad policial comisionada logró identificar al individuo. Tras verificar su identidad, se constató que se trataba de un auxiliar de seguridad privada que había sido contratado para controlar el acceso al local.
Los agentes intervinieron el táser y el espray de pimienta, por ser consideradas armas prohibidas según el artículo 5 del Reglamento de armas. A continuación, levantaron un acta por infracción grave, que puede llevar aparejada una sanción económica de hasta 30.000 euros en su grado máximo, por contravenir el artículo 36.10 de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana.