En la entrada del denominado 'Edificio Europa', ubicado en el número 3 de la calle Caputxins de Palma, había desde primera hora de este miércoles una pequeña estantería, llena de libros, y un cartel que decía: "Libros gratis. Si le interesa uno o varios libros, puede cogerlos".
En sus anaqueles se encontraban volúmenes con títulos tan significativos como Las mejores novelas de la literatura universal, así como también varias recopilaciones de las obras ganadoras del Premio Nadal o diversas antologías editadas por la revista Reader's Digest, entre otros libros.
Tras una breve labor de investigación periodística como las de antes, este digital ha podido averiguar que la altruista idea de ofrecer todos estos tomos de forma gratuita ha partido de Fincas Seguí, que en estos momentos está remodelando el despacho del antiguo gerente. En ese espacio concreto se encontraba la recoleta biblioteca cuyos libros iniciarán a partir de ahora una segunda vida.
"Mi abuela tenía el pelo blanco, en una ola encrespada sobre la frente, que le daba cierto aire colérico. Llevaba casi siempre un bastoncillo de bambú con puño de oro, que no le hacía ninguna falta, porque era firme como un caballo". Así empieza Primera memoria, de Ana María Matute, que fue Premio Nadal en 1959 y que era una de las novelas que se podían descubrir en la parte superior de los anaqueles.
Al mismo tiempo, otra obra maestra que ha podido empezar a leerse en ese lugar ha sido Misericordia, de Benito Pérez Galdós. "Tomada el agua bendita, don Carlos Moreno Trujillo se dirigió a la capilla de Nuestra Señora de la Blanca", narra este maestro del realismo español al inicio del segundo capítulo.
Uno de los nombres menos conocidos de la Generación del 98, Ángel Ganivet, que aun así fue un autor de gran valía, se podía encontrar por su parte compartiendo volumen con Galdós, en concreto con Los trabajos del infatigable creador Pío Cid. "En una modesta casa de huéspedes de la calle de Jacometrezo vivía Pío Cid cuando le conoció mi amigo Cándido Vargas, de quien he recogido las escasas noticias que tengo sobre los primeros años de vida madrileña del original protagonista de esta instructiva historia", nos cuenta al inicio Ganivet, con su fina ironía habitual, para introducirnos en su historia.
A lo largo de la mañana, han sido numerosas las personas que se han acercado hasta la entrada del 'Edificio Europa', algunas sólo para curiosear y otras para llevarse uno o dos libros llenas de felicidad. Conforme la estantería se iba vaciando, se iban colocando otros textos en los anaqueles.
Ha habido también anécdotas muy bonitas, como la de una madre que ha preguntado a dos jóvenes cuál podía ser el mejor volumen para su hijo, un adolescente de 16 años muy inteligente, que en estos momentos está estudiando varios idiomas y que ya sueña con ser en el futuro un experto en inteligencia artificial.
De ese modo, ha transcurrido una jornada muy especial, cuyo lema imaginario podría haber sido el de "Prohibido tirar un libro".