Durante la reunión, el presidente del Consell de Mallorca ha subrayado la "necesidad urgente" de restablecer el convenio de carreteras que, según ha asegurado, ha sido fundamental para el desarrollo y la conectividad de la isla. Así, ha reclamado "recuperar los 230 millones de euros que pertenecen a todos los mallorquines y poder garantizar la fluidez del tráfico, la modernización de las infraestructuras y la seguridad de los usuarios".
Sobre la petición de suprimir el carril bus-VAO en la autopista del aeropuerto y la negativa por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT), Galmés ha subrayado que desde el Consell han agotado "todas las vías de diálogo para consensuar la retirada" de dicho carril. Además, ha insistido en que es una infraestructura "fracasada" y que, además, "provoca un incremento del 50 por ciento de siniestralidad en el sentido donde está el bus-VAO.
En este sentido, ha añadido que hasta el momento la respuesta del Gobierno central está siendo "decepcionante". "Va en contra de los intereses de los mallorquines porque no se escucha la voluntad de las urnas expresada el mes de mayo", ha criticado.
Por otro lado, el Consell tiene previsto incrementar los sistemas de transporte inteligente (ITS) que utiliza para medir la ocupación de las carreteras. Según han recordado, se instalarán 70 cámaras en toda Mallorca, 17 de las cuales estarán ubicadas en las carreteras de la Serra de Tramuntana e incorporarán lectores de matrículas y sonómetros.
Sobre esta cuestión, Galmés ha reclamado a Rodríguez la necesidad de una acción coordinada entre las administraciones, ya que el Consell de Mallorca no tiene competencia sancionadora, la tiene la DGT.
Igualmente, el Consell ha destacado que continúa trabajando dentro de su marco competencial para buscar soluciones a los comportamientos incívicos de los conductores, especialmente en la Serra. Por ello, proponen poner a disposición de las administraciones la información que los sistemas del Consell y que así se pueda actuar contra estos conductores y mejorar el control y la seguridad de los usuarios.
Durante el encuentro, Galmés ha hecho referencia a la retirada de subvenciones a determinadas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos por parte del Ministerio de Transición Energética. Según han apuntado, es una de las externalidades que han hecho subir la tarifa de residuos de este año.
Precisamente, desde el Consell han lamentado que esta retirada ha supuesto que Tirme deje de ingresar 12 millones de euros del Gobierno central por retorno de inversión. Esta externalidad, junto al incremento del IPC, la subida del euríbor y el éxito del sistema ha generado una "tormenta perfecta" que ha derivado en este incremento al alza de la tarifa del 2024. Así, el Consell ha subvencionado la tarifa para poder congelarla y que "de ninguna manera la tengan que asumir los mallorquines".