EDITORIAL

Catalán y castellano deben coexistir en el Parlament

Viernes 16 de febrero de 2024

El Parlament de les Illes Balears ha dado un giro significativo en su política lingüística al permitir el uso del castellano en sus comunicaciones. Se trata de una iniciativa impulsada por el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, de Vox, que ha contado con el apoyo en la Mesa de la Cámara de los representantes del Partido Popular y el rechazo del PSOE.

Esta medida corrige una situación anómala, prolongada durante décadas, donde la lengua española, cooficial en la Comunidad Autónoma, ha sido sistemáticamente excluida del uso oficial en el Parlament.

El castellano ha sido excluido de la página web, de las redes sociales, de las comunicaciones con los ciudadanos –aunque estos solicitaran ser respondidos en esta lengua– e incluso del Boletín Oficial del Parlament.

A partir de ahora, se garantiza la aplicación efectiva de la cooficialidad de ambas lenguas en este ámbito, de igual modo que sucede en otros parlamentos autonómicos como Euskadi, Navarra y Comunidad Valenciana. Y esto no significa arrinconar el castellano, como falsamente denuncian los partidos de izquierdas. Incorporar el castellano no es arrinconar el catalán, sino dejar de vetar esta lengua cooficial.

La oposición ha manifestado dudas sobre la legalidad del acuerdo, pues considera que vulnera la Ley de Normalización Lingüística, algo que niega el presidente Le Senne al asegurar que los servicios jurídicos de la Cámara participaron en la redacción de la propuesta. Pero la oposición debería moderar el tono y el catastrofismo de su discurso político, que incluye calificar de “cacique” al presidente del Parlament, como ha hecho el líder de Més per Mallorca en redes sociales, algo absolutamente inapropiado y fuera de lugar.

Además, resulta del todo incoherente defender el uso de las lenguas cooficiales de las Comunidades Autónomas en el Congreso de los Diputados y el Senado, y sin embargo sostener que en el Parlament balear el uso del castellano permanezca vetado. Y, encima, hacer colar la medida favorecedora del bilingüismo como una agresión al catalán, cuando no se minora en absoluto la utilización de la lengua propia de Baleares.


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